Antonio Cabrales

Sé que hay mucha gente que está deprimida porque el nuevo presidente de Estados Unidos es Donald Trump. Y una razón no menor para ello es que Trump no cree en el cambio climático. Yo no sería tan pesimista. Mariano Rajoy pasó de ser escéptico porque se lo decía su primo físico a pensar que el cambio climático es "el mayor reto medioambiental al que nos enfrentamos".
Hace casi dos años, poco después de la constitución de la Asociación Nada es Gratis hicimos una campaña de donaciones para sostener el blog financieramente en la que nuestros queridos lectores fueron muy generosos y gracias a ellos y a las cuotas de los socios de la Asociación (en su mayoría actuales o pasados colaboradores y editores) hemos conseguido funcionar este par de años. Pero esto no basta para sostener el funcionamiento del blog indefinidamente. Como les explicaré más tarde, aunque hemos economizado algo en nuestro funcionamiento aquellas donaciones se han gastado ya, y volvemos a apelar a su generosidad para seguir realizando esta tarea sin necesidad de acudir a donaciones corporativas o publicitarias.
El pasado 23 de junio de 2016, los ciudadanos del Reino Unido votaron en referéndum la salida del país de la Unión Europea (UE). Desde entonces, una cascada de reacciones se han sucedido sobre las posibles consecuencias del Brexit. Entre todas ellas, quizás haya pasado desapercibido el papel que deberá desempeñar la lengua inglesa dentro de la UE post-Brexit. Al fin y al cabo, no se trata de una más de las llamadas lenguas oficiales de la UE. Es, de facto, la lengua franca de Europa, con aproximadamente 182 millones de hablantes (nativos o, al menos, con buen conocimiento de la lengua), dentro de los 490 millones de europeos.
Como saben nuestros lectores, el cambio climático me preocupa mucho (no solo a mí, claro,Jesús o Anxo han escrito mucho sobre esto por aquí). Y también saben que creo que elprotocolo de París va a servir de bien poco igual que el de Kyoto se puede argumentar que no sirvió para casi nada.
Anxo les ha contado recientemente un experimento que sugiere una influencia corruptora del mercado en los valores morales, y la semana que viene Antonio les hablará sobre un libro dedicado en general a la relación entre moralidad e instituciones. Pues insistiendo en este asunto, y aprovechando que estamos en semana de PAU (Prueba de Acceso a la Universidad), vamos describirles como la acción del Estado también puede corromper, incluso a una institución cuya misión es precisamente el desarrollo y la preservación de valores morales superiores, la Iglesia.
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