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La serie reciente de datos que hemos conocido apunta a que la Reserva Federal va a detenerse en su subida de tipos después de la próxima reunión que tendrá lugar en febrero. A partir de entonces dejará que sea el mercado laboral el que determine cuando llegará el momento para empezar a recortarlos.
Parece que fue hace mucho, pero no. La preocupación estuvo, durante muchos años, en el riesgo de deflación. Conforme aumentaba el nivel de deuda a golpe de medidas contra la Gran Recesión y la pandemia, se advertía con razón, que la sola posibilidad de que se pudiese registrar una fuerte corrección en los mercados de activos podía colocar a la economía mundial en una situación crítica.
Cuando el BCE publicó en diciembre sus expectativas de inflación para 2023, que cifró en una media anual del 6,3%, en su pronóstico consideraba un precio del gas promedio en el año de 124€/MWh. La referencia holandesa TTF retrocedía la semana pasada cerca de un 10% hasta los 70€/MWh. Algo similar ocurre con la hipótesis de los precios del petróleo.
Después de la última dosis de alzas de tipos despachada por los bancos centrales, discursos y proyecciones incluidas, unos escenarios pierden puntos y otros los ganan. Que han moderado su paso es evidente, como también lo es que han endurecido su discurso, pero cuando has perdido credibilidad, recuperarla no es cuestión que se resuelva en dos días, de modo que los mercados no van a volver rápidamente a colocarse a rebufo.
Las piezas que se nos sirven para configurar el puzle empiezan a ser más difíciles de encajar. Es lo propio de la fase final del montaje. Nos han inducido a pensar que las economías desarrolladas se moderarán lo suficiente como para que la inflación de demanda responda a tipos de interés más altos, y a que la que proviene de la oferta se irá diluyendo al tiempo que lo hacen las disrupciones de las cadenas de suministro. Como capa final, el efecto base.
“No queremos ajustar demasiado porque recortar las tasas no es algo que queramos hacer pronto”. Así se pronunciaba el presidente de la Reserva Federal el miércoles pasado, certificando, a ojos del mercado, que en la reunión del 13 y 14 de diciembre se pondrá fin a la serie de cuatro alzas consecutivas de 75 pb, abriendo un periodo de alzas más moderadas de 50 y 25 pb, aunque sin vislumbrarse si esto significa un camino más lento para llegar a la tasa terminal, o que esta pueda ser finalmente más baja. O quizá más alta. Tan abiertas se mantienen las opciones.
El mercado de trabajo español está sufriendo grandes cambios que las estadísticas no son capaces de revelar por las distorsiones provocadas en gran parte por la figura del fijo discontinuo que ha creado una nueva realidad laboral difícil de encajar ya que siguen siendo empleados que tan pronto están trabajando como en paro, mientras al mismo tiempo aumenta el número de vacantes sin cubrir al mismo tiempo que se mantiene el paro en más de 2,8 millones de personas..
Hay evidencias de que la situación no evoluciona a mejor, y es que los precios continúan subiendo, y aunque lo harán a un ritmo cada vez más moderado, la destrucción de renta disponible, continua. Es lícito considerar que modera su intensidad, pero también lo es advertir que aminorar no es revertir, y que moderar no equivale a controlar, porque podemos llegar a la falsa conclusión de la crisis se ha terminado, antes siquiera de haberse formalmente iniciado.
Mónica Mena Roa / Statista
Los departamentos de Defensa de las grandes potencias son los que más empleados tienen, muy por encima de las grandes multinacionales. Los ejércitos siguen necesitando enormes contingentes de hombrters y mujeres a pesar de que las guerras son cada vez más tecnológicas con el uso de drones, misiles y de aviones no tripulados. Curiosamente la India es el país que más personal militar tiene en nómina, por encima de Estrados Unidos o China, los tres por encima de los 2,5 millones de empleados.
Pedro González // Atalayar
No ha sido un derrumbe como el de la crisis financiera de 2007 ni como el de la energética que nos asuela, pero la caída de FTX, una de las grandes plataformas mundiales de criptomonedas, ha provocado el descalabro de al menos una buena parte de los ahorradores que creyeron ver en ese nuevo instrumento financiero la forma de quemar etapas y encaramarse meteóricamente en las cimas de la riqueza.
| Alvarez- Pallete y Margrethe Vestager. |
El presidente de Telefónica y Fundación Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha afirmado en la clausura de la V edición de enlightED, que ha compartido con Pilar Alegría, ministra de Educación y Formación Profesional, y ante la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea y comisaria de la Competencia, Margrethe Vestager, que “es el tiempo de Europa, es el tiempo de más Europa”.
| David Solomon, presidente ejecutivo de Goldman Sachs. |
Sin duda la gran noticia en los mercados es del retroceso de la tasa interanual de inflación de octubre en EEUU. La respuesta ha sido tan amplia como para que apenas los criptoactivos, que han de atender a su propia expiación, se quedasen al margen.
Conforme nos vamos acercando a la parte final de la actual fase en la política monetaria, y una vez que se da por asentado que los bancos centrales harán lo que sea necesario para reconducir la inflación a niveles compatibles con su objetivo, hemos de prepararnos para adentrarnos en un territorio de incerteza.
| El Rey Felipe VI con Christine Lagarde en la sede del Banco Central Europeo en Franfurt. |
Esta semana el BCE volverá a subir los tipos en 75 pb, otro paso más para llegar en diciembre a territorio "neutral" con un tipo de depósito del 2 %. Esta es la parte más sencilla de un trabajo que para ser resuelto va a necesitar bastante más que ir subiendo los tipos. Se va a precisar mucha fontanería para revisar el funcionamiento de todos los mecanismos que se pusieron en marcha en los tiempos en los que el objetivo era asegurar la liquidez al sistema, mecanismos plagados de acrónimos que tardamos en comprender y que ahora están actuando en sentido contrario al objetivo de endurecer las condiciones de liquidez.
No hay duda de que la inflación sigue obstinadamente alta en EE.UU. con una tasa subyacente del 6.9% de promedio en los seis últimos meses y solo algo más moderada de media en los últimos tres, pero todavía al 6%. El dato de inflación de septiembre fue peor de lo previsto. Hasta el 10 de noviembre ya no se publicará el dato de octubre, y para entonces, ya habrán tenido lugar las elecciones legislativas de mitad de mandato.
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