Circula por Internet una reflexión irónica, que algunos consideran sensata, que se pregunta si no es mejor que sigamos con un gobierno en funciones porque en estos momentos nos va mejor que cuando el del Partido Popular estaba en ejercicio.
“Llevamos ya dos meses sin recortes, sin subidas de impuestos, sin leyes que limitan nuestras libertades, la gasolina cada día más barata y los políticos imputados por corrupción de PP entrando en la cárcel ¿Estáis seguro que queréis que se forme un gobierno?”
Lo que yo me pregunto es si los partidos políticos están seriamente empeñados en conseguir formar un gobierno o si por el contrario están mareando la perdiz para volver a presentarse a las elecciones, con la esperanza de que les vaya mejor en una segunda vuelta.
Aquí cada uno juega a mejorar su posición ante una nueva convocatoria a las urnas, porque a ninguno les sale las cuentas y buscan en este tiempo de impasse justificaciones suficientes para decirle a los electores que, como se han equivocado al elegir en el pasado mes de junio, que se pongan las pilas y que a ver si ahora lo hacen mejor.
Mientras tanto los supuestos líderes políticos están enseñando sus vergüenzas porque lo único que percibimos los ciudadanos es la ambición, la irresponsabilidad el sectarismo indisimulado o el postureo de unos y otros que solo pelean por “pillar cacho”.
Rajoy quiere seguir gobernando sin tener que pagar ningún peaje ni penitencia por haber cometido errores graves en su gestión y en la vigilancia de los casos de corrupción en su partido.
Sánchez quiere gobernar con el peor resultado en votos y escaños de la historia del PSOE y con una indefinición programática y de alianzas que le convierten en un títere en manos de quienes les apoyen.
Rivera se cree en rey del mambo porque juega a hacer de hombre bueno pero no lo salen los números, y Podemos quiere hacer la revolución bolchevique – bolivariana con 60 diputados.
¿Necesitamos un gobierno que salga de esta fotografía borrosa o seguimos con el que está en funciones?
La solución está en unas nuevas elecciones porque, como dijo Rafael Guerra Bejanaro, ” Lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible”
Si (
No(