Entre Messi, Suárez y Neymar se respira entendimiento, apoyo, empatia, generosidad y sobre todo la misma forma de entender y practicar el fütbol. Entre Benzema, Bale y Cristiano se respira egoismo, falta de entendimiento, y lo que es peor, distintas maneras de ver y practicar el futbol. Los azulgranas se buscan, son cômplices en esos metros finales que otorgan el gol y las victorias. Los blancos se repelen, se evitan en la distancia. Si los primeros se ofrecen y favorecen al compañero; los segundos parecen buscar el fallo para dejar en evidencia al que les acompaña en el ataque.
Hoy por hoy no hay color entre las dos delanteras, entre los tripletes que sirven de emblema y referencia en sus clubs. El argentino es mejor y más decisivo que el portuguès; el uruguayo es mejor y màs decisivo que el francès, y el brasileño es mejor y màs decisivo que el galès. Le pese lo que le pese a Florentino.
Es verdad que el Madrid encabeza la Liga y le saca una victoria al Barcelona, pero aquì estoy hablando de las estrellas, de esos jugadores que cobran millones de euros cada temporada y estàn obligados a dar ejemplo y rendimiento. Cristiano rie mucho y a deshora pero marca poco. Regaña al equipo pero no colabora. Protesta pero no ayuda. Se resiste a no ser la estrella y a que sus compañeros le traten como tal. No està en forma y, si pudiera que no puede, Zidane le dejarìa en el banquillo. Como cura de humildad, que buena falta le hace.
Si (
No(