La rivalidad entre las dos mujeres, las dos personas de la màxima confianza del doble presidente, es conocida. Los ascensos o descensos de cualquiera de ellas se ha mirado con lupa, creyendo ver el acercamiento aMariano Rajoy como una señal de influencia y futuro.
Si Sáenz de Santamaría ha cumplido con las tareas encomendadas en Moncloa, otro tanto ha hechoCospedal en el centro neurálgico de la calle Génova, en situaciones muy complicadas para el partidp, al que ha mantenido fiel a Rajoy y por encima de las tensiones que producen cuatro elecciones en poco más de un año, con las confecciòn de listas y estrategias, como han sido las dos generales, las autonòmicas y las municipales.
Desde el Ministerio de estado que es Defensa, Dolores de Cospedal tendrä que llevar adelante la puesta al día de las Fuerzas Armadas con un Presupuesto que tendrà que ajustarse a los recortes que pide Bruselas. No va a ser una convivencia fácil con la vicepresidenta y el ministro de Hacienda, pero a cambio tendrá hilo directo con el presidente y con el Rey como jefe de las Fuerzas Armadas.