El exlehendakari ha insistido en su idea de unir a la gente dentro del partido. En este sentido, ha señalado que "no se presenta contra nadie" ni para "vencer a nadie", sino para dar "la batalla" por sus "convicciones socialistas". En este sentido, ha recalcado que "tratar a un compañero como un enemigo puede ayudar a ganar el Congreso, pero no sirve para unir el partido".
El precandidato socialista ha dejado claro que no va a rendirse, "pese a las cosas que puedan oírse", a lo que ha insistido en que "el día de las primarias habrá una papeleta con mi nombre".
En su discurso, López ha querido recalcar que el secretario general del PSOE, que salga elegido, no puede tener ningún otro cargo. "Con los problemas que tenemos en el partido no podemos permitirnos el lujo de tener un secretario o secretaria general a media jornada", ha apuntado, a lo que ha añadido el partido "necesita de una dirección que trabaje 25 horas al día, y que se dedique plenamente al PSOE".
Patxi López no se ha olvidado de la militancia en su discurso, de la que ha dicho que "no sirvan sólo para llenar mítines", sino también para opinar. En este sentido, el socialista ha apostado por un partido en el que, "si los militantes eligen al secretario general, sólo los militantes puedan revocarlo", donde "la dirección asuma también su responsabilidad a la hora de tomar las decisiones que el correspondan y dé cuenta de su actuación".
Durante su intervención, el dirigente vasco ha reprochado a Podemos, y a Pablo Iglesias, que impidieran al PSOE "echar a Rajoy del Gobierno". Por ello, ha mostrado su intención firme de no negociar "con quien pretende enterrar al PSOE", ni tampoco con los que viran hacia el centro. "No quiero un PSOE acomplejado que mire a la derecha o a la izquierda, sino un PSOE que ocupe el espacio que le corresponde", ha apuntado.