Hay un plan, una estrategia, pero su desarrollo total debe esperar al resultado de las primarias. Si los dirigentes territoriales que gobiernan en Castilla la Mancha, en Aragón, en Asturias y en Valencia cumplen con lo planeado, la líder andaluza ganará con comodidad, sin grandes cifras, ni avasallando pero sí con comodidad. Y ya, con las primarias en el bolsillo y sin salir de Sevilla ni del gobierno de la Junta, tendrá lugar la ceremoniales de los pactos para el Congreso, que se pretende que sea de unidad, de enterrar ese pasado al que con tanta "oportunidad" se refiere Susana. Para ello nada mejor que ofrecer la presidencia del partido a Patxi López para reeditar aquel viejo pacto entre Andalucía y el País Vasco que lograron Felipe González y Alfonso Guerra con Ramón Rubial y Nicolás Redondo. Nada nuevo pero sí eficaz, removedor de viejos sueño y esperanzas, imágenes del pasado convertidas en argumentos de futuro.
En ese esquema el KO de Pedro Sánchez es seguro. Derrota y entierro definitivo. Así están las cosas en esta lenta y agotadora cuenta atrás que se está viviendo en el PSOE. Puede que sea así o como le gusta decir a Mariano Rajoy, o no.
Ya se están sumando los posibles votos, casi pueblo a pueblo, Federación a Federación y Agrupación por Agrupación. Desde la Gestora se trabaja en esa dirección, nada de neutralidades, no es tiempo de moderación, ni de jugar a la loteria en las urnas internas. Sólo vale ganar. Casi todos los cargos del partido en gobiernos locales y autonómicos son conscientes de que su " puesto de trabajo" para los próximos años depende del resultado.