La carencia material severa está definida como la ausencia de al menos cuatro conceptos de los nueve de la encuesta: No puede permitirse ir de vacaciones una semana; no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días; no puede mantener la vivienda con una temperatura adecuada y no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos
El nivel general de pobreza --tasa AROPE, utilizada en toda Europa-- baja por segundo año consecutivo en España, hasta el 27,9%, siete décimas menos que el año anterior (28,6%), según la 'Encuesta de Condiciones de Vida. Año 2016', publicada este martes 25 de abril por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El indicador AROPE se construye evaluando el riesgo de pobreza, carencia material y baja intensidad en el empleo de la población. En base a estos tres componentes, el INE indica que la reducción global de esta tasa en 2016 se produjo en dos de ellos: La carencia material severa pasó del 6,4% al 5,8% y la baja intensidad en el empleo se redujo del 15,4% al 14,9%.
La carencia material severa está definida como la ausencia de al menos cuatro conceptos de los nueve que se preguntan en la encuesta: No puede permitirse ir de vacaciones una semana; no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días; no puede mantener la vivienda con una temperatura adecuada; no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos; retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda; no puede permitirse disponer de un automóvil ni teléfono ni televisor ni lavadora.
Según la encuesta del INE, en 2016, el 49,5% de la población no tenía carencia en ninguno de los nueve conceptos, mientras que el 5,8% estaba en situación de carencia material severa (en al menos cuatro conceptos de la lista de nueve).
Asimismo, revela que de los nueve conceptos que determinan la inclusión de la población en este grupo, los más frecuentes fueron: no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (afecta al 99,4% de las personas en situación de carencia material severa), no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año (99,2%), no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada (81,1%) y ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en el último año (75,7%).
Sin embargo, el porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión se situó en el 22,3% --con datos de ingresos de 2015--, frente al 22,1% del año anterior --con datos de ingresos de 2014--, que, según ha explicado el Ministerio de Economía y Competitividad se debe al aumento del nivel de renta en España.
En un comunicado, este departamento explica que este es un indicador estadístico que representa el porcentaje de población cuyos ingresos se encuentran por debajo del umbral de pobreza. "Al haberse producido un aumento de los ingresos por hogar, ha aumentado el umbral de riesgo de pobreza en casi 200 euros --en el caso de hogares unipersonales--, lo que supone una mayor inclusión de personas bajo este indicador, sin que se haya producido necesariamente un empeoramiento de su situación económica", argumenta.