Necesitamos una banca pública

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Necesitamos una banca pública

La realidad es tozuda y a pesar de que políticos y economistas siguen defendiendo que la recuperación económica vendrá cuando se consiga devolver el pulso a la banca privada, la realidad es que ésta da cada vez menos préstamos, en parte por falta de dineero y en otra parte porque no ven futuro en las empresas españolas, y que la economía se apaga cada vez más por falta de dinero.

En concreto, en el sector inmobiliario la verdade es que hay muchos miles de jóvenes que siguen buscando una casa para vivir y que no lo consiguen por culpa de la falta de financiación, lo que además de lastrar la construcción, uno de los sectores básicos de cualquier economía se va a convertir a corto plazo en un grave problema social. La única solución posible para volver a recuperar enseguida las denostadas hipotecas a unos precios razonaables es que el Estado, los políticos y los economistas que nos gobiernan, se convenzan de que hay que fundar un banco hipotecario público qye devuelva el músculo a l financiación de las viviendas. De esta manera gran parte del dinero que se está utilizandoen gran parte inútilmente- en tratar de reflotar a decenas de cajas de ahorros hundidas para regalarlas posteriormente, iría directamente a los ciudadanos que lo van a usar en mejorar su calidad de vida y tener un techo donde dormir. Así la crisis sería menos dolorosa y además se reactivaríaa la construcción y todas la industria auxiliar y accesoria, como la de muebles.

Intentar que sea el sector privado el que solucione el problema es pedirle en estos momentos peras al olmo y retrasar la recuperación de la economía a más de diez años.

La necesidad de una Banca Pública tendría dos pilares fundamentales, según vienen recordando desde el principio de la crisis expertos financieros, como el profesor Costas Lapavitsas, de la School of Oriental and African Studies (SOAS). El primero, superar la crisis actual de forma justa y verdaderamente eficiente. El segundo, recuperar el sentido del sistema financiero y promover que el mismo sea un canal efectivo de transferencia de capital hacia la inversión productiva. Además, se plantea, serviría también como parte de una estrategia más amplia de recuperación del poder económico y democrático de la ciudadanía. La Banca Pública sería una alternativa mucho mejor para enfrentar todos estos problemas. En primer lugar, restauraría al completo la confianza en los mercados.

Al estar su actividad respaldada por el Estado, no habría razones para dudar de sus solvencias, y reduciría las tensiones en los mercados interbancarios (reduciendo el euroibor). En segundo lugar, se solucionarían también los problemas de falta de transparencia, ya que no habría que ocultar los problemas como se hace ahora sistemáticamente como ha ocurrido en el caso del banco belga Dexia, que hace unos meses pasaba las pruebas de stress con ls máximas calificaciones y que ahora está al borde de la quiebra.

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