La decisión de secretario general de negarse a pedir una comisión de investigación sobre Bankia
ha sido la gota de agua que ha rebasado el vaso de la paciencia de un sector del partido
Ariano Rajoy pedirá para España el rescate de los bancos tras el informe de las dos auditorias que han hecho Oliver Wyman y Roland Berger, que hablan de necesidades de 150.000 millones de euros, y dividen a nuestro sistema financiero en tres grandes grupos, con el Santander y el BBVA como los únicos que no necesitarán ningún tipo de ayuda, salvo la catástrofe.
La canciller alemana ya no habla de exigir, ha cambiado al verbo ayudar por su propio interés. A cambio se aceleran las uniones fiscal y bancaria. Los quince días de infarto para España, para Europa y para Estados Unidos están llegando a su fin, y las cumbres de jefes de estado y de gobierno, al igual que los mecanismos financieros para combatir la crisis, están acelerando los planes de rescate para las economías mas débiles.
La última cifra hecha publica en los medios de comunicacion, que se suma a las ya conocidas, asusta: Europa se dispone a poner a disposición de España e Italia ( y se supone que al resto de países intervenidos con un cambio en las condiciones ) 750.000 millones de euros, que me van a permitir que los coloque en valor de las antiguas pesetas: 1.245.000.000.000.000, una cifra imposible de todos los imposibles de devolver por nadie y a nadie. Los más optimistas, que es de agradecer que los haya en estos tiempos, aseguran que si nuestro país ajusta el déficit en los dos próximos años, y se queda en el tres por ciento que es lo que nos exigen, con un coste medio del 3,5% podremos ir pagando los intereses a razón de unos 35.000 millones de euros al año. Del principal nos olvidamos.
Si asumimos que el mundo vive endeudado de forma permanente y que la economía de los países, de las familias y de las personas se basa más en lo que se debe que en lo que se tiene, podemos sumarnos a los optimistas y pensar que una vez convertidos casi todos en más pobres, el mundo y Europa nos necesita para que sigamos consumiendo, la vertiente de ciudadano objeto en la que se obstinan en convertirnos. Globalizado el problema de España en la reunión mejicana del G-20 y dando por sentado que en la mini cumbre de Italia lo que van a acordar Monti, Hollande, Merkel y Rajoy son los calendarios y las exigencias dentro de la Union Europea para acelerar la unión fiscal y bancaria, lo que debe hacer España es pedir formalmente el llamado " rescate financiero" e intentar que le compute lo menos posible en el global de la deuda soberana, un " truco" que desligue el Frob del Estado, o que lo deje en la nebulosa que quien responde en última instancia de los dineros prestados, y de a quien van destinados, que es una forma de enterrar de una vez para siempre a una parte de lo que fue nuestro sistema financiero.
En Méjico se ha hablado de deuda, de rescates, y también de reactivación económica, que es el punto mas débil de todo el entramado de intereses en el que estamos metidos. Ala gran pregunta: ¿ Con esas enormes masas de dinero metidas en los bancos de los países se pondrán en marcha las economías reales?. Y como la respuesta es no, tendremos que esperar a ver cómo, cuándo y de qué manera las empresas y las familias acceden a esos fondos. Ya nos dicen que primero hay que ajustarse varias veces el cinturón, para que después de la dieta rigurosa podamos acceder a los menús a la carta. Se trata de generar confianza en esos mismos mercados que no dejan de ganar dinero con nuestros problemas al tiempo que nos bombardean con la teoría de que son en nuestros pecados de excesos donde ellos encuentran las virtudes de sus riquezas.
Dentro de unos días conoceremos los informes de Oliver Wyman y de Roland Berger sobre la banca española, a la que han dividido en tres niveles y a la que colocan en unas necesidades globales de 150.000 millones de euros, un cincuenta por ciento mas de lo que decìa Europa que estaba dispuesta a poner a su disposición.
Salvo el Santander y el BBVA todo el resto tiene algún tipo de problema, la mayoría proveniente del proceso de fusiones de las Cajas de Ahorros. Y aparece un nuevo problema para el Gobierno: si asume o no las propuestas de que la parte más dañina del sector, la parte nacionalizada pueda desaparecer de forma directa, sin que reciba ni un euro de ayuda, o lo que es lo mismo, que una parte de nuestro sistema financiero quiebre.
El cierre de las entidades financieras con más pérdidas es algo que tanto el Gobierno de Zapatero como el de Mariano rajoy han estado intenbtando evitar para que no cunda el pánico entre los cuentacorrientistas, algo que podría hacer tambalear no solo a los bancos malos, sino también a los buenos, o a los menos malos. Desde Bruselas, y para que nada falte en la salsa en a que se cuece el Ejecutivo de Mariano Rajoy apoyan a Luis de Guindos en su pulso con Cristóbal Montoro y le sugieren al presidente que modifique la estructura del equipo, algo a lo que el presidente se opone también con todas sus fuerzas porque una crisis de gabinete en estos momentos haría crecer más las dudas sobre las posibilidades que tiene en realidad el gobierno del PP para conseguir superar la crisis económica más grave que ha padecido España desde la guerra civil y aquella estaba motivada precisamente por el conflicto bélico y ahora en cambio ha sido la burbuja inmobiliaria la causante.