Necesitamos recuperar la confianza como hombres libres

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Me gustaría compartir algunas reflexiones sobre la situación actual. Una situación realmente compleja cuya gestión exige, ante todo, un diagnóstico correcto. ¿Dónde nos encontramos? Inmersos en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. Una crisis de carácter global, con elementos comunes entre países, pero también con desequilibrios y excesos autóctonos, con algunas bifurcaciones a lo largo de estos años, ¡incluso mutaciones!, pero con un denominador común: hemos llegado hasta aquí porque la confianza se ha quebrado.

Adelanto, por tanto, la conclusión final a la que quiero llegar: únicamente con medidas, con decisiones que consigan recuperar la confianza perdida lograremos, de una vez, salir de la situación actual y volver a la senda de crecimiento sostenible. Confianza en nuestros gobiernos, confianza en los reguladores, confianza en nosotros mismos, confianza en la sociedad privada, en nuestra capacidad para seguir corrigiendo, aprendiendo y avanzando en positivo.

EL ORIGEN DE LA CRISIS

Empecemos, por tanto, analizando la situación internacional en perspectiva, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? El origen de la crisis hay que buscarlo en las postrimerías del pasado siglo, una vez más….!! Momento del estallido de la primera burbuja global: la tecnológica. El 5 de diciembre de 1996, Alan Greenspan en un discurso en el American Enterprise Institute habló de exuberancia irracional. Entre ese día y el pico de la burbuja tecnológica en marzo del 2000, el NASDAQ subió un 288%: insoportable!

De hecho, la crisis que estamos viviendo está latente desde ese momento. La ingente liquidez creada con la fábrica más eficiente nunca vista se dirigió, a partir del estallido de dicha burbuja, a la compra de activos financieros y a bienes raíces (principalmente inmuebles). Ello, en un entorno de tipos de interés reducidos, contribuyó a sustentar el crecimiento económico hasta 2007. La abundancia de liquidez también impulsó la innovación financiera, de la buena… y de la mala. Y, a la vez, favo eció el endeudamiento de empresas y familias en EEUU, pero también en muchos países europeos. En algunos de ellos, el sector público también se añadió más tarde......

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