Rajoy deja que Santamaria y Cospedal mantengan su lucha

El presidente del gobierno y del partido ve como su vicepresidenta y la secretaria general de su partido mantienen un enfrentamiento interno que se extiende por todas las autonomias y que se están reflejando en los Congresos regionales, con mutuas demostraciones de poder en las áreas que controlan. Mariano Rajoy administra estas batallas de igual forma que ha administrado las ambiciones de los distintos dirigentes populares, desde la ya lejana fecha en la que José María Aznar le nombrara sucesor hasta conseguir poder propio desde el Congreso de Valencia.

Volcado en su imagen exterior y en lograr que España esté de nuevo en el núcleo de decisiones de la Unión Europea de la mano de su mentora alemana, Angela Merkel, los problemas internos los ha dejado de la mano de sus segundas y segundos, dejando que en las luchas directas por la influencia sobre el gobierno y el partido se vayan " quemando" los que las lideran. La batalla entre Cospedal y Santamaría no es la única; por otro lado aparecen Luis de Guindos y Cristóbal Montoro cada uno apuntando se los tantos de lo que consiguen de cara al control del déficit, la transparencia y ña imagen de España en el exterior; con otros dos dirigentes que juegan y quieren jugar papeles importantes: Javier Arenas y Jorge Moragas, el vicesecretario del PP queriendo volver a controlar el partido desplazando a Cospedal y abandonando por segunda vez Andalucía , y el jefe de Gabinete controlando el acceso directo al presidente a través de su agenda.

Si se analizan los últimos Congresos del PP en los fines de semana, y la asistencia a los mismos por parte de miembros de la dirección nacional o del gobierno, la primera y mas importante de esas batallas, la está ganando la vicepresidenta, que ha logrado que los distintos presidentes que se reeligen se vuelquen hacia su lado. Incluso desde el partido se piensa que Carlos Floriano ejerce un doble papel desde su vicesecretaria: apoyar a Dolores de Cospedal dada su doble papel de numero dos del partido y presidenta de Castilla la Mancha, y tambien controlar sus movimientos.

Dentro de esas luchas de liderazgos, el que ha roto con su " tradición" de estar en todos los conflictos y ambiciones es el actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que volcado en los cambios legales que està orquestando desde su Ministerio - con una imagen personal de mayor dureza en lo que se refiere al orden público - ha preferido mantenerse al margen, convencido de que si los ajustes económicos comienzan a dar sus frutos, el presidente podría cambiar de ministros el año próximo para abordar el inicio de la moderada o tímida recuperación con otras caras.

El resto de miembros del Gabinete apenas hablan de sus respectivas carteras y se limitan a atacar al PSOE y a sus dirigentes , culpándoles un dia si y otro también de la necesidad de los recortes por la actuación de los gobiernos de Rodríguez Zapatero. Una estrategia que busca repartir las " culpas" entre las dos grandes formaciones de cara a los cada vez más inquietos y desanimados ciudadanos.