El examen andaluz con dos mujeres de protagonistas

La misma ola que llevó a Mariano Rajoy a ganar las elecciones generales de 2011 por una mayoría absoluta de 186 escaños, permitió a Javier Arenas rozar el “milagro” en Andalucía: ganó con 50 escaños al socialista José Antonio Griñan, quien dejó como herencia a su sustitura los 47 parlamentarios que había conseguida.

Tres años más tarde los 50 sillones autonómicos del PP se quedaron en 33 mientras que los 47 del PSOE se mantuvieron. ¿Razones de la caída?. Varias: ya no estaba el incombustible Arenas, Juanma Moreno no despertaba la misma simpatía o atracción entre el electorado de la derecha andaluza y, la más importante, Ciudadanos con Juán Marín a la cabeza conseguía sus primeros nueve escaños. La Lay D´Hont hizo el resto.

Hoy, de nuevo tres años después, Susana Díaz se enfrenta a sus segundas elecciones tras su fracaso en el seno del socialismo nacional frente a Pedro Sánchez, con el convencimiento de que va a ganar y podrá seguir gobernando. Sus dudas y las del resto de los dirigentes políticos está en quienes serán sus compañeros de Legislatura.

Entre 2015 y 2018 se ha apoyado en Ciudadanos pero Juan Marín asegura que en los tiempos futuros, los que comenzarán a partir del 2 de diciembre, su grupo no apoyará a un gobierno socialista, y que antes de hacerlo él abandnará la política. Declaraciones comprensibles cuando de pelear por los mismos votos que Juanma Moreno y Francisco Serrano, el ex juez que encabeza la oferta de Vox y que sueña con conseguir los primeros asientos parlamentarios para la formación que dirige a nivel nacional Santiago Abascal. Puede que el candidato de Ciudadanos tenga que irse si los números electorales cuadran y desde el PSOE de Sánchez consiguen que sea el propio Albert Ruvera el que intervenga en la negociación, siempre, eso sí, con la vita puesta en el mes de mayo del año que viene.

La otra alternativa que tendrá la líder del socialismo andaluz está a su izquierda, el lugar que habita Teresa Rodríguez con su Adelante Andalucía, la suma de Podemos e Izquierda Unida que ha impuesto por encima de los deseos iniciales de Pablo Iglesias. Los 20 escaños que consiguieron en 2015 por separado ( 15 de la formación morada y 5 de IU ) son una referencia difícil de superar, pero si lo consiguen será a costa de los 47 de la actual presidenta de la Junta. En todo caso la suma de ambas puede que sea un suelo muy confortable para gobernar y un ejemplo a nivel nacional pora futuros comicios y pactos.

El examen del 2 de diciembre y de los días de negociación que les seguirán pueden “suspender” de forma definitiva la carrera de Juanma Moreno en el PP, pueden hacerle abandonar la carrera a Juan Marín, conseguir que con Serrano de abanderado sea Abascal quien pase el corte de selección; y que dos mujeres con caracter y deseos de competir a todos loos niveles como son Susana y Teresa impongan una forma de hacer política a los estado mayores de PSOE y Podemos. También van a ser un ejemplo para sus “compañeras” de Madrid y Barcelona.