Sueños de Primavera para Begoña Villacís
viernes 11 de enero de 2019, 17:28h
El 24 de mayo de 2015 la batalla electoral de la capital madrileña se resolvía a favor de la izquierda por 834 votos. El concejal decisivo, el que inclinaba la balanza - 29 por 28 concejales - en el recuento final se lo llevó el PSOE en lugar del PP. Con un dato por medio que se llamaba Izquierda Unida: su lista estuvo a 47 votos de conseguir el que hubiera sido su único representante en el Consistorio. Por esa razón Manuela Carmena alcanzó la alcaldía y su máxima rival, Esperanza Aguirre, entonó un premonitorio adiós.
Cuatro años más tarde puede que la pelea sea de nuevo entre dos mujeres. La lista de Podemos ( Ahora Madrid o como quiere que se llame ) la vuelve a encabezar la ex-juez mientras que por Ciudadanos repite una Begoña Villacís que puede convertirse en madre por tercera vez en plena campaña electoral.
Las diferencias que se dieron en aquella cita electoral que se saldó con el mayor triunfo de Podemos hasta la fecha fueron escasas en la suma de concejales entre la izquierda y la derecha, pero muy notables en cuanto al número de votos entre las distintas formaciones, de ahí que sea muy difícil salvo hecatombe que tanto Ciudadanos como Vox pueda quitar al PP de su liderazgo.
Los datos: los populares con Aguirre como cabeza de cartel consiguieron 564.554 votos mientras que los ciudadanos de Villacís se quedaban en 186.487 y los de Vox en apenas 9.843. Diferencias insalvables pese a la euforia de los últimos tras los resultados de Andalucía y la posterior y trabajada negociación en la que Marín no quería hablar con Serrano, Serrano hablaba con Moreno, Moreno hablaba con los dos, y Marín se citaba con Teresa Rodríguez en estaciones de tren.
Se tendría que hundir el PP madrileño para que Ciudadanos consiguiera el “sorpasso” de los 367.667 votos que les separaron en 2015. Ese es el sueño de Primavera - por citar a bardo inglés - de su candidata. De conseguirlo la noche del 26 de mayo sería su noche mágica, el mejor de los regalos que ofrecerle a su familia y a su partido. Puede que cuente con los 30.000 votos que consiguió la UPyD de Rosa Díez, pero también puede que los resultados de Vox en Andalucía se conviertan en una suerte de vacuna para la izquierda desencantada y que ésta, regrese a las urnas.
Si así fuera y el PSOE saliera de su letargo, tanto por la presencia de Pedro Sánchez en La Moncloa como por el miedo que parece se quiere instalar en la banda izquierda del electorado, la diferencia de 250.000 que le sacó la candidatura de Podemos es difícil de contrarrestar. Repetirá con Gabilondo como candidato autonómico pero sigue sin referencia municipal, lo que lleva a pensar que en los futuros pactos post-electorales veremos a Iñigo Errejón apoyando al ex-recto universitario y al candidato/a socialista apoyando a Manuela Carmena.
A Santiago Abascal y a Vox, los resultados andaluces les han abierto un portón con el que no contaban. Los sondeos en “caliente” de las dos últimas semanas ya les colocan en unas posiciones que, de no lograrlas, les puede sumir en el desconcierto y la melancolía. Es difícil que se repitan los resultados. La sorpresa siempre es una buena arma tanto en la guerra como en la política. Y ese factor ha desaparecido. Sus 9.843 votos de 2105 puede crecer y crecer y crecer pero no tanto como para convertir al PP - de donde proceden sus dirigentes - en una tercera fuerza municipal.
Si eso ocurriera la Ley D´Hont les perjudicaría a los dos ya que parece, mirando los resultados anteriores, que para conseguir ese ultimo concejal en Madrid ciudad se van a necesitar por lo menos 30.000 votos. Y aquí nos encontramos con otra “ventaja”, esta vez para la izquierda: los 27. 651 votos de IU se van a sumar a una candidatura conjunta propiciando un saludable colchón a los compañeros de lista de la “rebelde” alcaldesa.
Dejemos una pregunta en el aire cargada de “maldad”: ¿ qué hará Albert Rivera si la lista de Ciudadanos encabeza el bloque de la derecha, por delante del PP, pero necesitando el apoyo de Vox para alcanzar el sillón de mando en la plaza de Cibeles?.
Tras pelearse por la Consejería de la Familia en Andalucía y tras cuatro meses de experiencia de gobierno, por un lado, y de apoyo a ese gobierno bipartito desde el Parlamento de Sevilla, por otro, ¿admitirán sentarse a negociar o mantendrán a los populares como casamenteros?.
Más de uno pensará y hasta hará números para la “otra” alternativa, con la que sueñan desde el centro político como anticipo de lo que será necesario en las futuras elecciones generales: sumar concejales del PSOE y Ciudadanos, para lo que necesitarían llegar a los 29 de la mayoría absoluta. Todo es posible pero llegarán con tan sólo 17 en los bolsilos.