El presidente de Ciudadanos está decidido a pelear por el liderazgo de la derecha española. Convencido de que ese es el camino para llegar al poder se está desprendiendo, por abandono o postergación, de los dirigentes críticos, aquellos que deseaban una vuelta a los orígenes liberales del partido, sin pactos, ni cesiones a la derecha de Vox.
Es importante la “claudicación” que han hecho Ciudadanos y Vox en Murcia y Madrid, y la victoria estratégica que ha logrado el Partido Popular, que demuestra que es capaz de gestionar desde ese “centro” que le han ofrecido sus dos compañeros de viaje. Adquiere mayor poder y visibilidad Casado y la pierden Rivera y Abascal, un dato muy importante si volvemos en noviembre a las urnas.
Más importante es la remodelación de la Ejecutiva que ha hecho el presidente llegado desde Cataluña, al igual que lo han hecho Villegas y Arrimadas. El truco democrático que ha empleado es muy sencillo, tanto que se puede comparar con el que se hace cada día en las terrazas que pueblan nuestras costas, bajar el nivel de alcohol del vino mezclándolo con gaseosa o con limón. Más líquido pare menos grados.
El “tinto de verano” es más refrescante - de ahí la incorporación a la Ejecutiva de antiguos dirigentes del PSOE y del PP - y permite ingerir mayor cantidad de líquido: de 33 miembros de la dirección se pasa a 50 con lo que el tanto por ciento de críticos, que ya era muy pequeño, prácticamente desaparece. Para conservar el sabor del partido, Albert Rivera no duda en mantener a Luís Garicano y Juan Carlos Girauta, y hasta se atreve a introducir un acelerador del sabor liberal con el rico empresario De Quinto.
Rivera no quería más disgustos en su viaje hacia la soñada Moncloa. Todos a una, como Fuenteovejuna, bajo la disciplina del partido y bajo la dirección del líder. Lorena Roldán es la nueva Inés Arrimadas, con lo que consigue un doble efecto, por un lado introduce otro nombre en la escena de Ciudadanos, con intención de proyectarse en los medios de comunicación y en Cataluña, y por otro rebaja las expectativas de la mujer que consiguió vencer en esa autonomía a las ofertas independentistas. Ahora será la portavoz en el Congreso, con la oferta no escrita de que si se alcanza la victoria será la nueva Sáenz de Santamaría.
Será una de las grandes batallas de la Legislatura, salvo que ésta se acabe en noviembre. Cuatro mujeres representando a los cuatro grandes partidos en el escenario parlamentario. Las cuatro con lengua afilada y gran presencia pública: Lastra, por el PSOE; Alvarez de Toledo, por el PP; Arrimadas, por C´s; y Montero, por Podemos. Si le sumamos la presidencia de la Cámara con Batet veremos que el futuro ya está escrito y es de las mujeres. Lastima que Monasterio se haya quedado en la Asamblea de Madrid.