Aguado quiere ser el vicepresidente de Isabel Díaz Ayuso y les pide a los socialistas y a la marca desgajada de Podemos que hagan lo que su jefe nacional se niega a hacer en el Congreso
El aspirante a presidir el gobierno madrileño por parte de Ciudadanos pide al PSOE y a Más Madrid que se abstengan en la votación del día 11 en la Asamblea para que así la candidata del PP no dependa de Vox. Ignacio Aguado quiere ser el vicepresidente de Isabel Díaz Ayuso y les pide a los socialistas y a la marca desgajada de Podemos que hagan lo que su jefe nacional se niega a hacer en el Congreso para que Pedro Sánchez consiga a mediados de julio ser plenamente presidente del Gobierno de la Nación.
El partido naranja pide con una mano lo que no está dispuesto a dar con la otra y coloca a la formación que lidera Iñigo Errejón al mismo nivel que a Vox. Más vale ser el segundo de un gobierno y con poder sobre áreas del mismo que quedarse en la oposición como le ha pasado en los últimos cuatro años.
Mientras esto sucede en uno de los rincones negociadores de la política de sillas y sillones de estos días, la candidata del Partido Popular se reúne con la candidata de Vox para limar diferencias y conseguir que las exigencias de firmas compartidas con Ciudadanos no le alejen del “trono” de la Puerta del Sol que ya acariciaba con los dedos. Díaz Ayuso cree que mantiene la confianza plena de Pablo Casado - pese a las acusaciones sobre la herencia familiar - y muestra junto a Rocio Monasterio su predisposición a ceder todo lo que sea menester para que su sueño no termine en el baúl de los recuerdos.
Desde el otro lado, Angel Gabilondo, que ya había entregado las armas y se sentía derrotado ante la dolorosa realidad de la suma de escaños de loos tres partidos de la derecha, se rehace y plantea su posible presidencia ofreciendo a Ciudadanos un pacto que deje fuera al PP y a Vox. Cabe suponer que habrá negociado esa oferta con Más Madrid ya que escaño a escaño la necesidad de una tercera fuerza es más que evidente.
El futuro secretario general del futuro partido que se forma a partir de Mas Madrid si esta marca se convierte en el futuro en una organización con estatutos y órganos de gobierno, o lo que es lo mismo, el compañero Errejón, no dice nada que pueda romper ese intento de cambiar radicalmente las alianzas en la Comunidad madrileña. Y la mujer y ex alcaldesa que le proporcionó la base y la fuerza necesaria para su rebelión dentro de Podemos, Manuela Carmena, demanda la figura de un mediador. No para los asuntos regionales, para los nacionales, un Rodríguez Zapatero que facilite el acuerdo final entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.