Sin Ciudadanos por medio Isabel Díaz Ayuso tiene muy fácil adelantarse a Pedro Sánchez. En 10 días habrá un nuevo Gobierno en la Comunidad madrileña y de las trece Consejerías que hubo tras las elecciones de 2019 se pasará a siete o diez. Basta para ello mantener a los 8 miembros del PP con que cuenta tras los ceses originados por la moción de censura en Murcia.
Tras el “despido” de los seis representantes de Ciudadanos ya se realizaron las fusiones necesarias para poder poder administrar durante los dos años que quedan de Legislatura los 22.000 millones de euros del Presupuesto autonómico. Javier Fernández Lasquetti, que llevaba Hacienda se quedó con la Economía de Manuel Giménez; Enrique López seguirá llevando Justicia e Interior; y Enrique Ruíz-Escudero podría sumar a Sanidad las Políticas Sociales que tuvo Javier Luengo; y David Pérez mantener la Consejería acordeón que ostenta y en la que conviven la Administración local con los Transportes y la Vivienda.
Sin Alberto Sicilia en Universidades, dejar que se mantenga en Educación parece muy fácil, como lo sería hacer el triplete y unir a las dos anteriores la de Cultura que llevaba Marta Rivera de la Cruz.
Al existir el compromiso de “devolverla” al Gobierno, el puesto de portavoz le vendría como anillo al dedo. Y sin vicepresidente que se empeñe en mantener un continúo desafío con la presidenta, el anuncio de que Eugenia Carballedo va a ser la próxima presidenta de la Asamblea aún hace más fácil el ahorro de puestos en el Gobierno. ¿ Por qué no atreverse a siete Consejerías como tuvo Ruíz-Gallardón entre 1995 y 1999 e igualar así un record de austeridad de cara a los madrileños?.
El socialista Joaquín Leguina mantuvo diez en todos sus mandatos mientras que la popular esperanza Aguirre llegó a 17 entre 2007 y 2011, cifra imposible de superar desde entonces. Más modestos tanto Ignacio González como Cristina Cifuentes organizaron el Ejecutivo con sólo ocho consejeros.
Gobierno de continuidad y de confianza, con el que se presentó a las elecciones y las ganó por amplia mayoría. Aseguró Ayuso que quería ser libre para poder gobernar sin presiones. Parece que lo ha conseguido respecto a Vox. Ya ha demostrado audacia y resistencia frente al Gobierno de la Nación desafiando día tras día a Pedro Sánchez. Su postura le proporcionó los apoyos que se tradujeron en 65 escaños, más del doble de los que consiguió dos años antes.
La austeridad está de moda y emprender recortes, que los va a haber desde todas las administraciones para cumplir con los deseos de Europa, necesita de ejemplos desde el poder. Si predica con el ejemplo la presidenta no sólo volverá a golpear al PSOE, también el mandará un mensaje a su propio jefe de filas, a un inquieto Pablo Casado que ya ha comprobado el tirón que Ayuso tiene fuera de la Comunidad de Madrid.
PS.- Quien no tendrá problemas para mantenerse como Jefe de Gabinete y máximo asesor de la presidenta es Miguel Angel Rodríguez. El éxito del 4M le avala.