No sabemos lo que nos espera más adelante, pero al menos hay algo a lo que agarrarse, que, aunque no sea definitivo, al menos ofrece argumentos para pensar que podemos estar en una zona en la que más depreciación del euro será marginal, aunque se mantenga el peligro de que cualquier traspiés acentúe el problema, porque problema, es.
EL PEOR EPISODIO DESDE EL BREXIT
Como siempre hay un roto para un descosido, tenemos a la libra esterlina. Desde el despropósito del referéndum de abandono de la UE en 2016, que no dejará en gran lugar en la historia al primer ministro conservador que creyendo que lo superaría lo perdió, el transcurrir británico hasta hoy ha sido cuando menos agitado y la libra esterlina da testimonio. Hasta se deprecia frente al euro.
Solo el último mes un 3%, lo que da lugar a destacados titulares que hablan del peor episodio de la libra desde el Brexit. Allí suman problemas de todo tipo, políticos, económicos, de energía, y hasta han de soportar que se hagan previsiones como las de Goldman Sachs de una tasa de inflación por encima del 20% si la crisis de energía continua, y de otros semejantes que señalan el riesgo de que la libra pueda llegar a equivaler a un dólar o similar.
Anda que no daría para grandes titulares en prensa y memes de todo tipo en las RRSS: 1 euro igual a 1 dólar e igual a 1 libra. Todos iguales. El comunismo monetario. Está a 1.16 dólares y todavía tiene que llegar un nuevo primer ministro esta semana que ha de replantearse prácticamente todo…
ESTOS SON LOS MIMBRES
Según las encuestas, el nuevo primer ministro tendrá voz femenina y se ha comprometido a 30 MM de libras en recortes de impuestos con los que, junto a la reversión del alza de contribuciones sociales, espera apuntalar la economía que se dirige con rapidez a la recesión. Las estimaciones para el último trimestre son de una contracción del 1%.
Los stocks de gas británicos de cara al invierno son, con diferencia, los más bajos entre los grandes países europeos y los precios del gas que estaban en 1.70 libras al empezar el año han llegado estos días hasta 6.5 libras. Los tipos de interés oficiales, actualmente en el 1.75%, se descuentan a más del 4% en mayo. En noviembre estaban en 0.1%. ¡Como a los norteamericanos! puede argumentarse. Ya les gustaría.
Hay más. Los inversores extranjeros que han sido entusiastas compañeros del Banco de Inglaterra durante una década en las compras de bonos del Tesoro, ahora también se suman en las ventas, y provocan repuntes de tipos que dejan en una broma lo que acontece en el continente.
Para colmo, el déficit por cuenta corriente se está disparando como para acabar el año cercano al 6% del PIB y el Banco de Inglaterra no parece precisamente entusiasmado con la política que anuncia quien puede ser esta semana nueva primer ministra. Con todos estos mimbres, más lo que ocurre fuera, construya usted un pronóstico. A lo peor, eso de $=€=£ no es tan imposible.
Esta semana, además de un nuevo primer ministro en Reino Unido, tenemos asegurado un alza de tipos del BCE. No están tan asegurados los 75 pb, pero cada vez se ha creído más. O lo hacen ahora, o ya no quedará tiempo. Al euro le vendría de perlas. ¿Y en EE.UU.? Allí el empleo se sigue creando cada mes a centenares de miles. En agosto 315K más. Algo mejor de lo esperado, y a poco que le den, los mercados lo celebran.