A un mes de las elecciones municipales y autonómicas podrían los distintos candidatos revisar sus salarios y comprometerse a bajarlos. Un gesto que a buen seguro les agradecerían todos sus votantes . En la maraña de retribuciones directas hay casos que sobresalen por encima de los demás. Vamos a hacer una pequeña lista ahora que estamos en época de declaraciones a Hacienda.
La alcaldesa de Mostoles, por ejemplo, que repite como candidata socialista, cobra casi lo mismo que el presidente del Gobierno, 82.000 euros al año para
Noelia Posse y 82.978 para
Pedro Sánchez. El primer teniente de alcalde y los portavoces de los seis partidos políticos que consiguieron concejales reciben 73.800 euros anuales, seiscientos más que cada uno de los ministros del gobierno de España. Hablamos de sueldos, no de lo que se podría considerar retribuciones en especies, que, por cierto, fue uno de los agujeros que le llevaron al Rey
Juan Carlos a ponerse en paz con Hacienda.
Es evidente y claro que las estructuras de los gobiernos son muy diferentes, pero en el apartado salarial aparece que el Gabinete ministerial nos cuesta a los 47 millones de españoles 1.405.556 euros al año, mientras que a los 205.000 habitantes de la segunda ciudad más poblada de la Comunidad de Madrid sus concejales suman 2.136.233 euros cada año. Debe ser que es más difícil gobernar un municipio que un estado.
Lo mismo ocurre - sin que sea ninguna novedad pero conviene insistir en el despropósito que representa - con los salarios que perciben el alcalde y los concejales de Madrid capital; y los que tienen la presidenta y los consejeros del gobierno de la Comunidad. José Luís Martínez Almeida gana 106.000 euros anuales, lo mismo que su antecesora en el cargo, que es el máximo que marca la ley, mientras que Isabel Díaz Ayuso percibe 103.500 euros, tres mil más que el resto de los consejeros. Todos por encima de los salarios del presidente y de los ministros del gobierno nacional. En el resto de Comunidades viene a pasar lo mismo con diferencias escandalosas, sin contar con otras prebendas que van asociadas al cargo y por las que no tributan ninguno de los llamados servidores públicos.
Si las comparaciones con los gobiernos nacional y autonómicos son odiosas y pueden llevar a errores, la comparación con el resto de los Ayuntamientos madrileños con un número de habitantes y circunstacias muy parecidas, deja en muy mal lugar a la alcaldesa mostoleña. En su vecino Alcorcón, Natalia de Andrés, la alcaldesa que sustituyó al hoy Consejero del Gobierno autonómico, David Pérez, se lo bajó a 68.400 euros, con los concejales cobrando tres mil menos que su jefa. Un mensaje de solidaridad con el resto de los ciudadanos, pequeño pero necesario en época de recortes y carestía de la vida.
En Fuenlabrada, el que fuera contrincante de Juan Lobato a la secretaria general del PSOE madrileño, Javier Ayala, se conforma con 60.000 euros; casi lo mismo que Sara Hernández, la alcaldesa de Getafe. En Alcobendas, tras la larga etapa de gobiernos populares, en 2019, el recien llegado Rafael Sánchez, del PSOE, se subió su salario hasta los 76.500; mientras que en Leganés su compañero de partido, Santiago Llorente, se queda en 69.000. En el municipio más rico de España, en Pozuelo de Alarcón, su alcaldesa, la popular Susana Pérez, se queda tambén en los 76.500. Tal vez esa sea una de las razones de no repetir en las candidaturas controladas por la presidenta Ayuso.
La conclusión salarial que se saca de las remuneraciones de los representantes públicos es toda una declaración de principios: es más importante, más difícil y exige más esfuerzos ser elcalde o alcaldesa y concejal en algunas ciudades que presidente y ministro del gobierno de España.
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No(