No parece que el mercado se haya visto impresionado por el recorte de tipos de 50 puntos básicos de la Reserva Federal. La razón es que pocos días antes las expectativas se habían ajustado bruscamente tras la publicación simultánea de dos artículos de opinión en el Financial Times y en el Wall Street Jornal que apuntaban en ambos casos a la magnitud del recorte que finalmente se produjo.
El dólar perdió una figura frente al euro como consecuencia del ajuste. Las sospechas de filtración a la prensa para que el mercado se preparase se confirmaron. Por si cabía alguna duda en una rueda de prensa el presidente de la Reserva Federal afirmó que si hubiesen tenido la información del dato de desempleo de julio, publicado el 2 de agosto, y que fue el desencadenante de la crisis de los mercados del 5 de agosto, ya hubiesen recortado en julio.
Cualquiera, medianamente informado, que hubiese tenido oportunidad de escuchar ese comentario desde el interior de la FED con carácter previo a la reunión podría perfectamente construir el argumentarlo de los 50 puntos básicos por el que apostaron simultáneamente los dos principales periódicos financieros del mundo. Así la Reserva Federal cumplió su objetivo,
Los mercados tuvieron tres sesiones para descontar un mega recorte, ajustaron sus apuestas y como consecuencia las cosas no cambiaron mucho con la confirmación
Hay que mencionar que, por primera vez desde el 2005, un miembro del Directorio rompió la unanimidad de la decisión, en este caso para votar por 25 puntos básicos de recorte.
También es destacable que los movimientos de 25 puntos básicos en un cambio de ciclo de política monetaria como el que se inicia han estado siempre ligados a episodios de estallido de crisis, algo que no se da en este caso.
Filtración, disenso e inicio singular. Una vez confirmado el inicio del ciclo su magnitud, ¿cuál es su consecuencia?. Para los mercados volatibidad a corto plazo, para la economía, a la vista de lo comentado, la magnitud del recorte alumbra entre poco y nada. Quedarse en eso sería como mirar al dedo que señala a la Luna. Lo que importa es el cambio que traza y el punto de destino.
Primero el destino: el que ahora marcan los pronósticos de la Reserva Federal deducido de su diagrama de puntos es 2,9%. En su anterior diagrama de julio era 2,8%. Es decir, , la Reserva Federal a pesar de haber bajado los tipos el 50 puntos básicos en el inicio del ciclo, ajusta al alza y no a la baja, lo que podemos considerar como referencia más próxima a su punto terminal o tipo neutral, conocido en la jerga de los mercados como tipo r asterisco.
En cuanto al camino, si se moviesen a razón de 50 puntos básicos por reunión alcanzarían el objetivo en marzo de 2025. Obviamente que la intención es ir a otro ritmo. En todo caso es una proyección. Dentro de la Reserva Federal, de los 19 miembros, dos creen que no debe haber más recortes este año y otros siete que solo debería hacerse un recorte adicional de 25 puntos básicos.
Los mercados descuentan ahora en sus cotizaciones algo más de un cuarto de punto en cada una de las dos reuniones que resta de año, noviembre y diciembre, pero esto va a ser sin duda revisado a la vista de lo mucho que queda por desvelar antes de que finalice.
Para la Reserva Federal, en lo que se refiere a la economía, es decir el empleo y la inflación, la evaluación que hacen es que las cosas van bien en los dos ámbitos y en base a ello argumentan haber asumido el riesgo de bajar 50 puntos básicos.
Lo que deseamos los que analizamos su diagnóstico es no encontrarnos ante un nuevo error en sus pronósticos porque ninguno sabemos, y probablemente ellos tampoco, donde se encontrará el tipo terminal y cuanto tardará en alcanzarse.