La ventaja de Juanma Moreno, en Andalucía, tras el éxito conseguido en 2022 es considerable, casi dobló en número de votos a su rival socialista, Juan Espadas, que ha dejado paso a la vicepresidenta primera del Gobierno, con una cómoda mayoría absoluta en el parlamento andaluz. Cincuenta y ocho escaños sobre un total de 109, a los que se podrían sumar los 14 de Vox. Frente a ese bloque de la derecha están los 30 del PSOE y los siete que consiguieron las dos visiones del antiguo Podemos, cinco “Por Andalucía” y dos por “Andalucía Adelante”. El encargo que Sánchez le ha hecho a su número dos, tanto en el Gobierno como en el partido, María Jesús Montero, es tanto endemoniado como el de Oscar López, en la Comunidad de Madrid, frente a Ayuso.
No lo van a tener fácil ni Pilar Alegría, en Aragón, ni Diana Morant en Valencia, Comunidad que votará con los estragos de la DANA y los más de doscientos muertos en la memoria. Las dos podrán “resistir” en el Consejo de Ministros hasta 2027, salvo que el próximo año y aprovechando las elecciones autonómicas de febrero y junio, y el resultado de ambas, el presidente cambie su Gabinete con incorporación de otros dirigentes. Sin contar lo que pueda ocurrir dentro del bloque de Sumar, tanto en Andalucía como en Castilla y León. Si en la primera de ellas el PP mantiene una situación inmejorable para mantenerse y su punto débil está en las provincias, como ha pasado en Jaen y el cambio de alianzas; en la segunda la posición de Fernández Mañueco es más endeble frente a Carlos Martínez. Los 81 escaños del Parlamento autonómico están muy fragmentados, con tres partidos que destacan por encima de los otros cuatro, más presentes en sus territorios provinciales. Los 31 escaños que consiguieron los populares en 2022, frente a los 28 del PSOE, necesitan y seguirán necesitando los 13 que mantiene Vox en la persona de García Gallardo.
En las Cortes de Valladolid están los 3 de la UPL leonesa, los 3 de Soria Ya, el uno de UP, de Ciudadanos y de Por Avila, que pueden mantenerse si de buscar mayorías previas hace que se produzcan alianzas en las listas. La barrera de los 42 escaños, que dan la mayoría absoluta, está más cerca de las formaciones de la derecha que de la izquierda, con la peculiaridad del cambio de candidato por parte de los socialistas tras la renuncia de Luís Tudanca, que tras intentar el apoyo de Santos Cerdán y del presidente del Gobierno decidió que sus aspiraciones se estrellaban contra un muro. Ocho formaciones políticas en una autonomía que conforman sus nueve provincias pone de relieve que sus ciudadanos están apostando por la defensa de sus respectivas provincias y con muchas dudas respecto a las grandes formaciones nacionales, sobre todo en la izquierda.