En apenas unas horas las grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos sufrían un golpe financiero brutal y otro golpe mercantil. Un ingeniero chino de 40 años, Liang Wenfeng anunciaba el lunes la legada al mercado de DeepSeek, la Inteligencia Artificial gratuita capaz de hacer frente y de superar en algunos aspectos a lo que ofrece Chat GPT y Nvidia. Está última, liderada por Jen-Hsun Huang, perdía en bolsa 600.000 millones de dólares. Menos, pero también perdían, Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zukenberg y Larry Ellison. Entre los cinco más de un billón de euros de fortuna. Era la respuesta de Xi Jianping a Donald Trump tras su llegada a La Casa Blanca y su catarata de decretos y amenazas con aranceles a las importaciones de Estados Unidos.
El presidente norteamericano había tardado apenas ocho horas en doblegar el primer no del colombiano Gustavo Petro a la devolución de inmigrantes. Una victoria que demostraba la seriedad de sus promesas electorales y hasta donde estaba dispuesto a mantenerlas.
La nueva irrupción de China en el futuro tecnológico del mundo demuestra que esa batalla es entre dos: USA y China, y que Europa no cuenta para nada.
El deseo de Sánchez de encabezar la resistencia frente a Trump, que ya le ha vuelto a mostrar su indiferencia frente a Marruecos, es muy, muy complicado, incluso con el tema de Groenlandia y las visitas de la primera ministra danesa a Scholtz y Macron que le han manifestado su apoyo e incluso el presidente francés dispuesto a enviar ayuda directa para la defensa territorial.
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