El Rey deja claro que piensa seguir en el trono

Cualquier rumor de una posible abdicación quedó desmentido de forma rotunda por el Rey en su breve mensaje de Navidad, al término del cual dejó claro que piensa seguir cumpliendo sus funciones "asumiendo las exigencias de ejemplaridad y transparencia" que ahora reclama la sociedad. El Rey, que tuvo un recuerdo para los emprendedores -por primera vez en todos sus mensajes navideños--, para la sociedad civil, para los autónomos y para los desempleados, dijo que la salida de la crisis, la "regeneración", no corresponde solamente a los políticos, sino también a los empresarios y, en definitiva, a todos.

Luciendo un buen aspecto, el Rey leyó en la cámara su mensaje sentado, sin fotografías familiares o de otro tipo a su alrededor. Una decoración especialmente sobria en comparación con otras ocasiones marcó el mensaje en esta ocasión, en el que solamente citó al Príncipe una vez y ninguna a cualquier otro familiar. Como era de esperar, citó los propósitos secesionistas de Cataluña sin citarla, reiterando, como en navidades pasadas, la necesidad de unidad dentro de las diferencias, del cumplimiento de la Constitución y del respeto a las reglas democráticas.

El Rey se refirió dos veces a que hay que "mejorar la calidad de la democracia" e incluso habló de "regeneración" de la vida política y proclamó la inconveniencia de insistir en la "supuesta decadencia de nuestra sociedad y de nuestras instituciones", al tiempo que hay que mejorar la "salud moral" de nuestra sociedad.

Fue un discurso serio, grave incluso, aceptando que muchos españoles viven momentos malos. No aportó, salvo en lo referente a los emprendedores y a las alusiones a la "falta de ejemplaridad" ocasional de la vida pública, grandes novedades respecto a ediciones pasadas. El tono fue mucho menos familiar y el énfasis en que seguirá cumpliendo sus funciones, muy remarcable. "He dedicado mi vida a España", dijo. Y todo indica que piensa seguir haciéndolo.