Sectas religiosas
jueves 18 de diciembre de 2014, 21:28h
Hay sectas religiosas que funcionan con una inmunidad sorprendente porque ni los jueces civiles ni las autoridades de la Iglesia actúan con decisión y prontitud en supuestos en los que se sabe que hay personas sometidas o perjudicadas. Las sectas son organizaciones que persiguen ...
... adueñarse de la voluntad y los bienes materiales de sus adeptos.
El caso de Miguel Rosendo, fundador de la Orden y mandado de San Miguel Arcángel, que estos días es noticia porque ha estado ejerciendo abusos económicos y sexuales sobre los miembros de su organización se suma a otros ejemplos de sectas en los que , a pesar de las diferentes denuncias de los familiares de las personas afectadas, no se ha hecho nada e incluso se ha contado con el apoyo de la autoridad eclesiástica. La vidente de El Escorial que entraba en trance y decía que hablaba con la Virgen, se hizo multimillonaria con el patrimonio de sus adeptos y el Obispo de Madrid , Rouco Varela, nunca dejó de apoyarla.
Los casos de pedofilia que hoy felizmente denuncia y condena el nuevo Papa, han sido tapados durante años por las autoridades eclesiásticas en muchos países . Resulta incomprensible que se den estos comportamientos delictivos e inmorales y que no haya una rápida reacción para cortarlos de raíz, porque el daño que se les hace a las personas es irreparable.
Los tiempos de la justicia humana son lentos pero los de la justicia eclesiástica , para algunos asuntos, lo son mucho más. Es cierto que la que importa a los ciudadanos es la que ejercen los jueces que representa a uno de los tres poderes del Estado y que nos representa a todos, pero en una sociedad en la que la Iglesia tiene una gran influencia porque son millones los ciudadanos que se consideran católicos , es imprescindible que sus representantes actúen con vocación de ejemplaridad en los asuntos en los que les afecta directamente, como son la moral y las buenas costumbres.
Creo que la legislación penal debería ser más dura contra estos delincuentes y, en la medida en que algunos de esos delitos los cometen personas vinculadas a la iglesia, ésta debería actuar como parte acusadora y poner en conocimiento de la justicia las pruebas de las que disponga.