Los tatus de la cifuentes
Les voy a decir una cosa muy simple a ver si consigo hacerme entender: Cuando alguien me cae bien, me cae muy bien, y si además es rubia, me cae mucho mejor. Comienzo con esta declaración de principios para evitar discusiones inútiles que no llevan a ninguna parte o conducen a la melancolía, ...
pero una de las características que definen a la gente de fiar es que actúan con criterio propio y no están mirando permanentemente hacia donde sopla el viento para ver qué opinan los demás.
La Cifuentes – de sobrenombre Cristina – ha hecho una declaración pública de sus tatuajes, que son unas posesiones privadas que no cotizan a Hacienda pero sí elevan el valor de la marca cuando se milita en un partido como el suyo.
Hasta hace unos años sólo exhibían esos dibujos encarnados en la piel, macarras y tipos de vida distraída, convencidos de que” lo que se iban a comer los gusanos, debían disfrutarlo los cristianos”, pero tiempo ha que un personal de lo más variado, que va de traje y corbata o cubre sus carnes con vestidos de diseño, guarda bajo sus telas tesoros gráficos que comparten con gente de confianza, porque consideran que los símbolos solo se explican a quienes merecen conocer su significado.
Sin embargo esa privacidad tiene su tiempo de descuento, que es el período electoral, en el que si pides el voto, que es una manifestación de confianza total, debes dar a cambio parte de tu desnudez, y no es mala cosa hacerlo cuando para otros candidatos parece que ha llegado el momento de la ocultación y el disimulo.
Yo creo que en estas elecciones que se avecinan, va a importar la credibilidad personal y la cercanía a los ciudadanos de cada uno de los candidatos más que la marca que llevan detrás, porque está claro que se ganarán a pulso y no con el empuje o la rémora de las siglas de cada partido.
Por eso pienso, como acostumbra a decir un amigo mío, que nadie debe creerse que todo el monte es orgasmo porque habrá sorpresas no previstas.
Pero volviendo a lo mollar del asunto que son los tatus de la Cifuentes, es posible que además de la ética que es lo más importante, también influya algo la estética y la higiénica.