... de un conflicto entre capitalistas, ahora el partido solo lo juegan dos equipos: el de los “Viva España”, liderados por Mariano Rajoy, y el de “Visca Catalunya”, que encabeza Artur Mas. Los demás han desaparecido del combate. Da igual lo que digan Pedro Sánchez .que si reforma de la constitución-, Albert Rivera -lo importante es la unidad de España- e incluso Pablo Iglesias o Alberto Garzón, claramente partidarios de hacer un referéndum.
Rajoy se ha salido con la suya de obligar a todos a ponerse de su lado, el de la España roja y gualda, a menos de dos meses de las elecciones generales. Es verdad que el PP no va a sacar ni un voto más en Cataluña, pero tampoco lo van a hacer ni el PSC, ni Podemos. Los votos más españolistas irán a Ciudadanos, pero en el resto de España la “unidad de España” y el anticatalanismo más visceral puede atraer votos a favor del PP. Ya veremos.
Con el tema catalán en plena efervescencia va a ser difícil que los electores no tomen en cuenta este problema al depositar el voto en la urna, de la misma manera que en las elecciones autonómicas catalanas los catalanistas consiguieron que los ciudadanos solo tuvieran en cuenta la cuestión de la independencia y eso les dio un plus de ganancia, que es el que Rajoy espera obtener ahora planteando lo contrario.
Hace ya tiempo que Rajoy y Mas desecharon cualquier discusión sobre la llamada “tercera vía”, ya sea en forma de reforma del Estatut o de un Estado Federal. En un mundo regido por las leyes del capitalismo de Estado lo que se juegan los empresarios es -como hemos dicho- el reparto de los dineros públicos. Por eso los grandes capitalistas apoyan un único estado y los pequeños y medianos capitalistas catalanes una hacienda catalana que ellos puedan manejar. Si esta pelea se enquista y se radicaliza, lo que puede venirse abajo es el estado en general, o eso es al menos lo que piensan los de la CUP.