Eduardo Albadalejo | Sábado 21 de mayo de 2016
La afirmación que se hace en el título de esta obra no es gratuita. Ni mucho menos exagerada. Existen incontestables datos objetivos de haber sido fundador y máximo responsable del Partido Comunista en El Puerto, dirigente y organizador del Socorro Rojo Internacional en El Puerto, asiduo conferenciante en las sesiones de varias sociedades obreras de El Puerto durante los años de la república, en mítines del 1º de mayo, etc. Y también de haber sido principal candidato del Bloque obrero-campesino en las elecciones del 12 de abril de 1931, y más tarde candidato electo del Frente Popular de Izquierdas en febrero de 1936. Pero a todo esto se le une lo que opinaban de Daniel Ortega Martínez sus enemigos los bodegueros y miembros de la burguesía y aparato judicial portuense. Sus declaraciones son sugerentes en el sentido del título del libro. Decían de él que acaudillaba a las masas de izquierda, actuaba en todos los actos marxistas y lideraba las manifestaciones; que era un individuo peligroso, de gran dominio y ascendencia sobre las masas obreras, instigador de cuantos desórdenes se han producido durante la Segunda República; que aprovechaba su condición de hombre culto, por ser médico de prestigio, para embaucar a los obreros y organizarlos.
En una de sus declaraciones en el consejo de guerra en noviembre de 1940 dijeron de él, que como muestra del prestigio y ascendencia que tenía entre las masas obreras, cada vez que ha ido a votar le acompañaban al colegio electoral «no menos de doscientas personas» que le seguían como a un líder indiscutible.
Daniel llegó a El Puerto el 16 de enero de 1927 y fue el primer comunista portuense. Nueve años más tarde, había constituido un radio del Partido que era el más importante de la provincia, no muy numeroso en la militancia pero sí con muchos simpatizantes y seguidores, y en las elecciones del Frente Popular, donde destacó en la labor de unidad con socialistas, anarquistas y republicanos su partido tuvo un teniente de alcalde en el Ayuntamiento (Ramón Mila) y otro concejal más (Manuel Rodríguez). A eso le ha llamado Manuel Almisas «revolucionar El Puerto»... Y sin embargo ha sido un gran desconocido en el municipio...