Javier Fernandez Arribas

Trump, impresentable

Viernes 02 de septiembre de 2016
El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, el excéntrico y polémico multimillonario Donald Trump está cometiendo graves errores con ataques y manifestaciones impresentables. La más graves es el insulto a una familia de un capitán norteamericano musulmán muerto en Irak.

En Estados Unidos no se admiten este tipo de insultos a una persona que da su vida por Estados Unidos, sean principios o intereses. Hay que tener en cuenta que hay más de 10 millones de musulmanes en Estados Unidos. Pedirle al presidente ruso, Vladimir Putin, que espíe el correo electrónico de su adversaria demócrata Hillary Clinton es otro error grave porque en la mente de los norteamericanos existe siempre la idea inculcada durante años de guerra fría que todo lo que suene a ruso es peligroso.

Y la gota que puede rebosar el vaso es la expulsión de la sala donde estaba celebrando un meeting de un niño porque no paraba de llorar. En fin, todos estos exabruptos le han enfrentado con personalidades relevantes del propio partido Republicano que piensan cómo quitarse de en medio a un candidato que en las encuestas ya va 10 puntos por debajo.

Por si esto fuera poco, Trump cuestionó la limpieza del recuento electoral, algo como insultar a la esencia de la democracia norteamericana, a pesar de sus múltiples defectos, y se ha enfrentado al actual presidente, Barack Obama, con casi un 60% de popularidad, quien ha demostrado como falsas las acusaciones de Trump de haber pagado a Irán 400 millones de dólares por la liberación de cuatro norteamericanos retenidos.

Pero sería demasiado simple quedarnos en las muchas manifestaciones insolentes de Trump y no ir al origen de: ¿Por qué millones de personas le han votado? Algo que ocurre con otros populismos en Europa. Uno de los elementos que explican este respaldo de una parte de la sociedad es el cierre en falso de la crisis económica con millones de personas viviendo con un 40%-50% menos de su salario mientras las grandes empresas ganan miles de millones. Y muchas personas que no encuentran trabajo y lo están pasando muy mal. Las propuestas populistas calan rápidamente en estas personas desafectas y votan a favor de los antisistema. Ocurre también en Europa. Hay que corregir esta situación porque la experiencia sufrida con los populismo en Europa es catastrófica. Si se instala también en la Presidencia de los Estados Unidos, no me atrevo ni a pensarlo.


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