El Ministerio Fiscal ha pedido este jueves medidas cautelares para el rapero Pablo Hasel -comparecencias semanales ante el juzgado, retirada del pasaporte y prohibición de salir de España- tras la declaración prestada por el cantante en la Audiencia Nacional en calidad de investigado por una quincena de tuits publicados en la red social contra la Corona y de apoyo a los Grapo.
Según informan fuentes fiscales, el cantante ha reconocido ante el magistrado José de la Mata la autoría de los tuits -tales como "No me da pena tu tiro en la nuca, pepero" o "que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono"-- y ha considerado que lo que dice es verdad y que está "probado y justicado".
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 le citó después de una nueva denuncia presentada en contra del cantante por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que le imputa delitos de enaltecimiento del terrorismo, contra la Corona y calumnias e injurias contra las instituciones del Estado.
Hasel que ha llegado a la Audiencia pasadas las 10.15 horas acompañado de su abogado y la ha abandonado una hora después sin atender a los periodistas, ha respondido a las preguntas de las partes y se ha amparado en el derecho a la libertad de expresión.
La defensa del cantante, por su parte, se ha opuesto a las medidas solicitadas por la fiscal Ana Noé y ha pedido el archivo de la causa, si bien el Ministerio Público las considera necesarias ya que sobre el rapero catalán pesa una condena de dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo.
En sus mensajes de la red, Hasel calica al monarca de "ladrón", acusa a la Policía de "golpear y torturar" y se refiere a las cárceles como "centros de exterminio". Su perl @pablohasel cuenta con 55.700 seguidores y, según la Fiscalía, "es muy activo", llegando a generar 200 mensajes diarios.
DENUNCIA UNA CAZA DE BRUJAS
Unos mensajes que reiteró en un escrito publicado ayer en twitter, donde se refirió a la Audiencia Nacional como "tribunal fascista" y recalcó que se le quería condenar a prisión "por contar la realidad". Añade que lo que temen es que su mensaje, que
calica de revolucionario, "se expanda y no quede solo en un reducido círculo".