Aunque está presente en muchos alimentos de forma natural, son los procesados los que más contenido de sodio presentan. Dado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta en adultos menor de 2 gr/día (5 gr/día de sal), aconseja restringir al máximo el consumo de estos alimentos, entre los que se encuentran aperitivos, carnes procesadas, las pastillas de caldo o algunos condimentos, entre otros.
Para facilitar la tarea de reducir la sal en las comidas, en Infosalus recogemos siete consejos sencillos de la dietista de la Cleveland Clinic de Estados Unidos Julia Zumpano:
1. Comprobar las etiquetas de los alimentos envasados o preparados antes de comprarlos
Si indica que contienen soda o bicarbonato de sodio o el símbolo Na indican que contiene sodio o sus compuestos.
2. Decantarse por los alimentos frescos
En lugar de apostar por los alimentos procesados, utilizar siempre que sea posibles ingredientes frescos o congelados. Si se adquieren alimentos ya preparados elegir los que incorporen la leyenda "sin sal".
3. Modificar las recetas habituales
Eliminar o disminuir en la medida de lo posible la cantidad de sal siempre es posible. De hecho, puede ser eliminada de cualquier receta, salvo de las que contengan levadura. La dietista recomienda probar a aderezar las comida con otros condimentos.
4. Evitar los alimentos preparados
Los platos que se venden ya preparados y que cada vez son más comunes ya que permiten salir del paso cuando no hay tiempo de cocinar --como las sopas enlatadas o de sobre, comidas congeladas o cereales instantáneos-- también presentan grandes dosis de sal.
5. Limitar el consumo de alimentos envasados
Si no se dispone de tiempo para cocinar y se tiene que recurrir a alimentos preparados, la dietista recomienda elegir platos congelados y comida envasada que enlatados no contenga no más de 600 a 800 mg. de sodio. Y limitar a uno por día.
6. Confirmar que otros condimentos que se usen no contienen sal
La experta recuerda que muchas mezclas de condimentos que se comercializan contienen sal, por lo que recomienda que si se usan para reemplazarla se confirme en la etiqueta que la sal no es uno de sus ingredientes.
7. Y además...
Cuando ya se tiene hipertensión o insuficiencia cardiaca, además de reducir o eliminar la sal debería incorporarse una dieta baja en grasas, disminuir el tamaño de las porciones y ser más activo. Evitar la sal y las grasas, perder peso y hacer ejercicio son la mejor receta para un corazón sano.