Recien formado elnuevo Gobierno y con cuatro años por delante de Legislatura si se cumplen los publicados deseos del reelegido presidente, sorprende la apariciòn de encuestas electorales que insisten en la fortaleza del Partido Popular, al que llegan a otorgarle hasta 156 escaños si se volviera a las urnas; y en la debilidad compartida de sus tres principales rivales, con el PSOE y Podemos empatados, y con Ciudadanos cayendo poco a poco pero de forma irremediable.
La explicaciòn es sencilla: el debate de investidura y la necesaria abstenciòn de los socialistas para acabar con la precariedad gubernamental y evitar unas terceras elecciones en apenas un año, era sòlo la primera parte de la historia. Mariano Rajoy - ya lo ha dicho varias veces, tanto en sede parlamentaria como en mìtines de campaña - necesita sumar 6 votos más a los que ya tiene " asegurados" con Ciudadanos y canarios para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Si no lo consigue la amenaza se hará realidad y la alargada sombra electoral que nos persigue desde diciembre de 2015 nos alcanzarà de nuevo a finales de mayo de 2017, tras una repetida y decepcionante disoluciòn de las Cortes.
En la reuniòn de este lunes en la sede central de la calle Génova, el presidente ha aprovechado la presencia de su Junta directiva para fijar la fecha del Congreso del partido a mediados de febrero, y para lanzar otro mensaje al PSOE y al resto de los grupos presentes en el Congreso: no basta con dejar que haya presidente y se forme gobierno, también hay que dejar gobernar. Y la primera y principal prueba son los Presupuestos, los que deben convencer a nuestros socios europeos de que España va a cumplir con el dèficit exigido en 2017, y que nuestro crecimiento puede evitar la multa y el recorte añadido de 5.500 millones de euros.
El compromiso con Bruselas y las declaraciones de los dirigentes del PSOE en contra de los Presupuestos han llevado a Rajoy a volver a las amenazas: si no me dejan gobernar pese a las negociaciones habrà disoluciòn del Congreso y del Senado y nueva cita con las urnas. Algo que las " renacidas" encuestas se encargan de calificar: un desastre para el PSOE y una " ventaja" para el PP, al que le bastaria con el apoyo de un Ciudadanos mermado y con veinte diputados para tener mayorìa absoluta.
Eso es lo que dicen y predicen las encuestas. La realidad luego es otra. Por si las amenazas se cumplen en los territorios de la oposiciòn se estàn preparando,cada uno a su manera: en el Partido Socialista con comisiones de estudio que dilatan la toma de decisiones congresuales y celebraciòn de primarias; en Podemos con la elecciòn de dirigentes proclives a Pablo Iglesias y endurecimiento de los discursos. La influencia de lo ocurrido en Estados Unidos se presta a todo tipo de interpretaciones desde posiciones contrarias y divergentes del Partido Republicano y, sobre todo, del según las encuestas, inesperado Donald Trump.
Ya hemos comprobado la capacidad de cambio de la direcciòn del PSOE y los deseos que tiene la Gestora que encabeza Javier Fernández, de alargar lo màs posible los cambios que saben que necesita el partido. Desde esa realidad ver a Antonio Hernando defender de nuevo un apoyo al gobierno de Rajoyno serìa extraño. Del no al si no hay un paso, hay un secretario general " ajusticiado".