Las cinco ponencias que van a defender los cinco vicesecretarios generales van a ser aprobadas con muy pocas enmiendas y sí muchísimos votos. No digo que vaya a ser un Congreso a la "búlgara" con adhesiones por encima del 90 pero casi. Mariano Rajoy gobierna a los suyos y les ha mantenido en el poder pese a la dura crisis de los últimos nueve años. Han perdido la mayoría absoluta en el Congreso pero la mantienen en el Senado. Han perdido algunas autonomías pero mantienen Madrid, Castilla y León, Galicia...y lo mismo se puede decir de los grandes Ayuntamientos. Una cuenta de resultados que le hace al presidente del gobierno y del PP poco menos que invulnerable. Y con capacidad para alargar sus mandatos otros cuatro años de forma muy cómoda.
Rajoy sólo tiene que despejar una incógnita ante los suyos: si su número dos en el partido se mantiene en el puesto mientras maneja con el acierto demostrado hasta la fecha la cartera de Defensa, o si deja paso a otro de los dirigentes que quieren esa silla, que no son muchos pero que sí pueden contar con los apoyos de aquellos que, por encima de las siglas y la eficacia en el seno de un partido que está e el poder y no afronta elecciones hasta dentro de varios años, lo que buscan es limar las aspiraciones y el poder interno de la ex presidenta de Castilla la Mancha.
Cospedal es ministra y puede seguir como secretaria general. Como bien ha recordado el presidente gallego, Núñez Feijóo, hay precedentes. Esa es la parte positiva de su aparente apoyo a su compañera; luego dijo aquello de que el puesto de secretaria general exige una gran dedicación, algo que ya no es tan real y que deja al político gallego en medio de la escalera, sin saber si sube o si baja en sus afectos hacia la número dos.
La silla de Cospedal va a ser todo un termómetro de la manera de ser de Mariano Rajoy, el político de los equilibrios, del reparto de poder para que nadie de los que tiene a sus órdenes se sienta más o menos fuerte respecto al resto. Y un hombre que sabe muy bien dónde están las lealtades y los sacrificios efectuados por y para el Partido Popular. Por algo, y no conviene olvidarlo sean cuales sean las circunstancias, lleva 40 años en política.
Lo que parece a todas luces difícil de mantener para la titular de Defensa es su condición de presidenta del PP en Castilla la Mancha. La bicefalia debe ser compatible, la tricefalia ya parece y es demasiado. Cospedal puede que no quiera desprenderse del poder territorial que atesora, pero no va a tener más remedio. Ese puede ser su "sacrificio", su paso atrás. SI sigue de secretaria general junto a Rajoy, algo que parece lo más probable, tendrá que plantear un sustituto para que lleve la dirección de los populares en las cinco provincias de su regíón. Y el nombre que aparece en esa quiniela es el de Vicente Tirado, uno de los tres vicepresidentes del 18 Congreso que van a acompañar a Luisa Fernanda Rudí para dirigir el cónclave.
Hay otra silla que también estará sujeta a las miradas de los tres mil militantes populares: la del incombustible Javier Arenas, que en los últimos tiempos se ha acercado a la secretaria general desde los viejos enfrentamientos en los que estuvieron implicados. Se apuesta por su continuídad entre los elegidos. En doce días las respuestas.