A ocho puntos del líder, que es el Real Madrid, convertibles en once si los blancos ganan a finales de febrero al Valencia en el partido que tienen aplazado en Mestalla, el Atlético de Madrid de Pablo Simeone anda en sus horas bajas y muy lejos de las aspiraciones ligueras de años anteriores.
Si sus vecinos del paseo de La Castellana han perdido la imbatibilidad de 40 jornadas ante el Sevilla, los colchoneros están los cuartos en la tabla y con muchas dificultades para sobrepasar a los dos mencionados y a un Barcelona que tras el tropiezo de Zidane y los suyos creen que pueden ganar la competición. Los números les cuadran a los tres primeros. Al Atlético le tendría que llegar un milagro, que en el futbol existen, pero no repetidos y en el mismo año.
No están los problemas del club rojiblanco en la defensa y en el centro del campo, que también, están sobre todo en una delantera en la que ni Griezman, ni Carrasco, ni Saúl se acercan a los que luchan por el Pichichi. Tanto Messi como Suárez , con sus catorce dianas, suman cada uno de ellos tantos goles como los dos máximos artilleros del club del Manzanares, que suman siete y seis respectivamente. Esa sequía tiene al equipo donde está, casi condenado a que su gran triunfo en esta temporada sea el cambio de estadio y llegar a jugar en 2017 en La Peineta. Tampoco está mal el regalo para el Wanda Atlético y sus socios mayoritarios, los hermanos Gil.
El entrenador atlético puso sus dudas sobre su continuidad al principio de la temporada y acortó el tiempo en vigor de su contrato. Es más que posible que estemos ante la última Liga del "Cholo" en España y que el año que viene nuevas ofertas muy mejoradas le lleven a Italia o a Gran Bretaña. La suma tentación de la Liga china no creo que esté en su agenda, pero...todo es cuestión de ceros.
Enrique Cerezo, que es la cabeza visible del club y el que ha conseguido devolverle el brillo de etapas anteriores, haría bien en empezar a hacer una lista de posibles sustitutos. Para no llevarse sorpresas en el verano.