Con Javi martínez expulsado por dos entradas a Cristiano Ronaldo el Bayern perdió la compostura y se sucedieron los ataques y las ocasiones para los jugadores que vestían de negro pero que tenían el alma blanca. Pudo marcar Benzema, pudo marcar Blake, pudo marcar Carvajal y pudo marcar Marcelo. Lo hizo por dos veces Ronaldo y el Madrid regresa con comodidad y casi el pase a semifinales en el bolsillo. Acertó Zidane con los cambios, sobre todo con el primero de ellos con un Asensio que vuelve a reivindicar un puesto de salida y un Bale que luchó hasta que su gemelo izquierdo dijo basta.
El Leicester no es un equipo para estar en cuartos de la Champion. No hizo apenas nada y el gol del inevitable Griezman es poca renta para viajar a Gran Bretaña. Tendrán que trabajar los jugadores de Simeone pero deberían llegar a la siguiente fase. Se lo merecen y si lo consiguen pueden que hasta vuelvan a encontrarse con el Real en una final española.
Salvo que el Bayern rompa los pronósticos y la Juventus cumpla con los mismos antes el Barcelona, serán los dos equipos madrileños los que sostengan al futbol patrio en Europa. No sería la primera vez. Los rojiblancos sueñan con una revancha histórica y los del Bernabéu con sumar una nueva Copa en sus vitrinas.
Dos milagros para llegar a las semifinales de la Champions son muchos milagros y eso es lo que necesita el Barcelona de Luís Enrique. El primero ya lo tuvo y hasta por partida doble en su campo cuando logró derrotar en el último minuto al París StGermain por seis goles a uno tras regresar de la capital francesa con un saco de cuatro en su contra. Se derrumbó en la capital del Sena pero los parisinos les permitieron unas alegrías en Barcelona que es muy difícil que otro equipo de primer nivel lo vaya a hacer.
Ese es el caso de la Juventus de Turín, un club que sabe lo que es andar por la primera de todas las competiciones y con una defensa que es la menos goleada de Europa. Con ese tres a cero los blaugranas lo tienen más que difícil, casi imposible. Aceptemos que son capaces de "meter" más de tres goles en su casa, que Messi, Neymar y Suárez tienen recursos suficientes para lograr lo que no consiguieron en Paría, a momentos por muy poco; y que Ter Stegen hasta puede mejorar en su actuación. Posible es posible, probable es otra cosa.
Luis Enrique se sintió incapaz de reaccionar en el segundo tiempo, ya con un dos cero en el marcador y un rival que cuando se acercaba al área de su adversario tenía el gol en sus ataques relámpago. Había dejado al Barcelona la posesión, como hacen casi todos aquellos a los que se enfrenta, pero el peligro era cosa de los "de enfrente". Y como cierre, el mítico Buffon que con 41 años demuestra que intimida y resuelve en los casos complicados. Lo demostró en un mano a mano con Iniesta y a un tiro de Suarez.
Puede España haber llevado tres equipos a las semifinales. Aún puede. Seamos optimistas y pensemos que los barcelonistas dejen su puerta a cero en casa y con Messi a la cabeza goleen a los italianos con cuatro o más dianas. Y que los dos equipos madrileños terminen con acierto lo que ya han iniciado en sus dobles compromisos. Soñar y desear no cuesta nada y proporciona felicidad durante unos días.