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El gas, una realidad indispensable

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Por Antonio Peris

Martes 21 de octubre de 2014

En un momento en el que se está debatiendo el futuro energético de España, se habla, cada vez más y mayor conocimiento, de buscar el mix energético óptimo y de que ese mix sea más sostenible -económica y ambientalmente-, más eficiente, más competitivo, con un suministro más seguro y que, además, reduzca la elevada dependencia energética española.

En ese sentido, desde la Asociación Española del Gas entendemos que es necesario mantener el debate abierto y participativo de cara a alcanzar el máximo consenso posible sobre una materia tan estratégica para un país como es la energía. Nuestro sector ha transmitido siempre una postura conciliadora sobre la composición del nuevo mix energético. Una posición que defiende un modelo energético equilibrado donde todas las energías tengan cabida, basándose en su competitividad, eficiencia, seguridad de suministro, madurez tecnológica y respeto con el medio ambiente, y que incluya y reconozca el aporte del gas natural.

Como presidente de Sedigas, desde esta tribuna me gustaría destacar de entre las abundantes cualidades del gas como fuente de energía dos que coinciden con dos de los ejes estratégicos sobre los que pivota la política energética de la Unión Europea: la seguridad de suministro y la sostenibilidad ambiental -y la notable contribución del gas a la lucha contra el cambio climático-.


La seguridad de suministro energético, prioridad para España y la UE


Tanto es así, que el pasado viernes 24 de junio, el Gobierno aprobó en Consejo de Ministros la Estrategia Española de Seguridad, un documento elaborado por el ex secretario general de la OTAN, Javier Solana, que dibuja un marco general sobre el concepto de seguridad analizando las principales amenazas y riesgos a los que se enfrenta el país y definiendo el modo de afrontarlas. Entre los principales riesgos que enumera, el informe apunta, por vez primera, a la vulnerabilidad energética como uno de los nuevos peligros que podrían afectar a España.

La nueva Estrategia Española de Seguridad asegura que el suministro energético es esencial para el funcionamiento de la economía y la sociedad, tanto para España como para la UE. El informe señala convenientemente que cualquier interrupción grave en el suministro podría tener repercusiones en sectores estratégicos y provocar un temido desabastecimiento.

Desde el Sector Gasista podemos afirmar que España posee una de las redes de suministro de gas más seguras de Europa. Aun cuando el gas no es una fuente de energía autóctona, podemos decir con total tranquilidad que tiene el suministro asegurado. Un sistema de entrada de gas basado en gas natural licuado (GNL) y gasoducto así como la diversificación de los orígenes -hasta 14 países diferentes-, hacen que la seguridad de suministro de gas en España esté garantizada.

Y es que el aprovisionamiento del sistema español se consolida, gracias a su experiencia, como uno de los más diversificados, flexibles y accesibles de la Unión Europea. Entre otros factores, hay que destacar que España aumenta cada año el número de países proveedores de gas natural: en los dos últimos años hemos pasado de contar con ocho suministradores de largo plazo a contar con hasta 14 países diferentes. Es decir, a lo largo del año 2010 se amplió la diversificación de los aprovisionamientos.

Asimismo, al revisar las características específicas para nuestro país, el sistema español destaca por su flexibilidad gracias a su doble vía de entrada -gas en forma de GNL y gasoducto-, a sus infraestructuras de almacenamiento y transporte y al alto nivel de sus interconexiones. Así, el GNL y la amplia capacidad de regasificación existente, proporcionan a nuestro sistema una elevada flexibilidad en cuanto a la capacidad de modificar el origen de los cargamentos de gas natural. Esto otorga a España la posibilidad de compensar cortes de suministro, tanto a largo como a corto plazo.

En lo que se refiere al mercado de GNL, podemos decir que España goza de una posición geográfica óptima para el aprovisionamiento, al estar ubicada en el centro de las dos grandes áreas de mercado (cuenca del Atlántico y cuenca del Pacífico). Además, las principales rutas comerciales pasan por nuestro país, por lo que no existen restricciones en las rutas de los barcos metaneros.


Regulación e infraestructuras

Por otro lado, al analizar la regulación nacional española, ésta siempre ha sido particularmente exigente en asuntos relacionados con la seguridad de suministro, tanto a corto como a largo plazo. Además, desde la primera crisis ruso-ucraniana de enero de 2006, y especialmente con la de enero de 2009, la Unión Europea ha estado tomando medidas cada vez más exigentes para garantizar la seguridad de suministro. En este sentido, cabe destacar que los consumidores o comercializadores que aporten más del 7 % del consumo nacional, deben diversificar su cartera de forma que sus suministros provenientes del principal país suministrador sean inferiores al 50 %.

En cuanto a infraestructuras, nuestro país cuenta con seis plantas de regasificación operativa más una en construcción que constituyen la principal puerta de entrada del gas natural. Estas plantas son un elemento primordial en la seguridad de abastecimiento español y también europeo, ya que parte del gas que llega a estas centrales puede ir destinado a Europa.

Todos estos factores convierten al aprovisionamiento español es uno de los más diversificados y flexibles de Europa.

Así también lo afirmó el Comisario Europeo de Energía, Günther Oettinger, durante la Reunión Anual que organiza Sedigas cada año. Oettinguer destacó "el sector gasista español como decisivo para Europa en la política energética en cuanto a seguridad de suministro e infraestructuras". Además, se mostró convencido de que el gas seguirá teniendo un papel clave en las próximas décadas, y que ganará en importancia, actuando como respaldo en la generación eléctrica de las energías renovables.


Sostenibilidad: contribución del gas natural al ‘Paquete Verde’

El otro atributo del gas sobre el que nos gustaría hacer hincapié es el de la sostenibilidad. Para hablar del gas como fuente de energía limpia y sostenible, nos referiremos a los objetivos energéticos marcados por la Unión Europea para 2020 para los países miembros, recogidos en el llamado ‘Paquete Verde’ o ‘triple 20’ que fue aprobado por Bruselas en 2009. Estos objetivos establecen que para el año 2020, la Unión Europea deberá reducir un 20 % sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), lograr aumentar un 20 % la eficiencia energética y alcanzar el 20 % de uso de energía procedente de fuentes renovables.

En función de este Paquete Verde, la prestigiosa firma especializada Garrigues Medio Ambiente ha publicado un estudio que analiza la contribución del sector gasista a cada 20 % propuesto por la UE y ha concluido que el gas natural es decisivo para que España pueda cumplir con el triple objetivo con el horizonte en 2020:

•    20 % de reducción de emisiones de Gases Efecto Invernadero: Un mix equilibrado de generación eléctrica que incluya al gas permitirá ayudar a la reducción del CO2.

•    El potencial de contribución directa del gas a la reducción de emisiones corresponde a entre un 21,7 % y 29 % del objetivo español, con una contribución indirecta del 55,2 %. Si se suman ambas contribuciones se alcanza un potencial de entre el 76,9 % y el 84,2 % del objetivo nacional.

•    20 % de mejora de la eficiencia energética: La contribución del gas supondría entre un 6,4 % y un 8,8 % del objetivo español.

•    20 % de participación de energía renovable: El gas puede contribuir a aumentar la participación en renovables entre un 1,1 % y un 2,1 %, por la utilización de infraestructuras de gas natural para la distribución de nuevos combustibles como el biogas. Adicionalmente, su potencial de contribución indirecta -como respaldo de las Energías Renovables- en la generación eléctrica, representaría el 78,8 % y el 79,8 % de dicho objetivo.


Complemento de las energías renovables

Además de la contribución señalada, es muy importante destacar el papel del gas como complemento ideal de las energías renovables a través de la tecnología de Centrales Térmicas de Ciclos Combinados -indispensables como respaldo del sistema y pieza clave para el desarrollo de las energías renovables-.

El sistema energético español ha determinado que esas centrales son la mejor opción como respaldo para las energías renovables que, debido a su alta variabilidad y baja predictibilidad, necesitan disponer de otras instalaciones que generen energía cuando éstas no funcionan. Entre otras razones, la tecnología de ciclos combinados es la mejor opción para configurar este respaldo por su flexibilidad operativa (velocidad de respuesta en arranques y paradas), eficiencia, coste de inversión y menor emisión de CO2 entre las energías de origen fósil.

Tal y como han señalado numerosos expertos en este sentido, un modelo basado en Gas, Energías Renovables y eficiencia energética es una de las mejores opciones a considerar como el motor de cambio que requiere el sistema energético europeo y español para alcanzar los objetivos marcados a medio y a largo plazo, llegando a un mix energético económica y ambientalmente sostenible.

Para concluir, me gustaría, en calidad de presidente de la Asociación Española del Gas, insistir en que el sistema energético debe tomar en consideración al gas en el futuro mix energético ya que desempeña un papel fundamental en el sector energético actual y debe, por sus características de fuente energética limpia, asequible, fiable, eficiente y segura, hacerlo también en un mix energético del futuro.


(*) Antoni Peris es presidente de la Asociación Española del Gas (SEDIGAS).


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