Torres tiene la vista fijada en el Rey emerito, y la mayoria de los testigos que ha propuesto y que aparezcan por la sala van a ir en esa direccion. Cada frase suya va a ser un misil contra la Corona, contra el suegro al que mencionaba Urdangarin en sus comprometedoras cartas.
Torres no està solo en està batalla judicial. Su mujer y sus dos cuñados iran en la misma direccion, mes tras mes, papeles y correos que ellos y sus abogados presentaran al Tribunal. Este panorama va a debilitar la posicion de Felipe VI en un moments político que require de toda la funcion que la Constitucion otorga a la Corona.
Una debilidad que deben tener en cuenta los padtidos politicos a la hora de recabar su papel de mediador en los temas de Estado. Tienen la obligation de consultarle para elegir candidato y ofrecerle la mejor de las salidas a un proceso que puede alargarse en el tiempo.
El que fuera numero dos de Noos conoce esta circunstancia. Ya la ha intentado aprovechar en el pasado y con escaso èxito. En estos cinco meses las circunstancias han cambiado y sea cual sea resultado judicial, lo cierto es que es otro elemento que se suma a la inestabilidad politica en la que nos encontramos.
Si mucho de lo que puede decir està en el sumario, Torres siempre ha afirmado que tenia documentos que probarian que no hizo nada que no hunkers supervisado Zarzuela. Veremos.