Tur Torrres

El gobierno quiere resucitar " Argentaria"

Martes 21 de octubre de 2014
El Gobierno está dispuesto a que cada semana nos lluevan las propuestas más sorprendentes, casi siempre de la mano de Luís de Guindos o de su "rival" en el Gabinete, Cristobal Montoro. Ambos son bien secundados por sus respectivos equipos cuando la ocasión lo requiere; y en algunas ocasiones no dudan en acompañarles, desde Educación Ignacio Wert, y desde Exteriores García Margallo. Lo último de lo último no es la guerra de los rectores de Universidad que dejan al ministro compuesto y sin auditorio, ni la guerra de lanchas policiales en la bahía entre Algeciras y Gibraltar por aquello de las aguas territoriales que su Graciosa Majestad no duda en apropiarse apelando a un Tratado de Utrech en el que no aparecen.

No, lo último es el deseo declarado de resucitar la banca pública, una nueva y vieja "Argentaria" que hoy está en el BBVA que comando Francisco González, y que en tiempos agrupaba a bancos industriales y agrícolas que servían para competir con la banca privada, y a los que recurrían los sectores en dificultades para acceder a las líneas de financiación que necesitaban en situaciones parecidas a las que estamos viviendo. En la que la cabecera del holding estaría o estará la nacionalizada Bankia, a la que acompañarán el Banco de Valencia, CaixaGalicia y CatalunyaCaixa. Esto para empezar, lo que sumaría un 20 por ciento del sistema financiero español. Y a la espera de lo que termine de ocurrir en el próximo mes con las cuatro Cajas que andan negociando bajo el dominio de Ibercaja y Unicaja, que tienen de plazo hasta el 30 de junio para cerrar las posibles fusiones y poder cumplir con los requisitos exigentes del Banco Central Europeo. Veremos si Mariano Rajoy se atreve ahora que ha vuelto con un no de Bruselas, y si Markel y Draghi le dejan.

Dicen desde el Ministerio de Economía que ahora no es el momento de sanear y vender las entidades que iban a salir a subasta, pues el mercado no pagaría lo invertido y no están las arcas públicas para perder más dinero. Así que, a esperar tiempos mejores y mientras tanto utilizar ese vehículo público para lograr que el dinero, la financiación llegue a las empresas y a las familias. Ese era uno de los objetivos y principios fundamentales de las Cajas de ahorro, pero éstas han dejado de existir, con todos los ataques recibidos, con todos los excesos en sus balances, con todas sus mentiras, pero sin que ninguna fuerza política haya planteado el mínimo exigible: un debate a fondo en el Congreso, una Comisión investigadora por la que pasaran desde los gestores de las entidades al gobernador del Banco de España y los titulares de Economía de más de un gobierno.

Ante el desastre de Bankia, que crece cada día en las cifras necesarias para su saneamiento con el consiguiente desgaste para la credibilidad de nuestro sistema y de aquellos que deben defenderlo ya que pasamos de siete mil millones a nueve mil para terminar en quince mil en apenas una semana; y las acusaciones que le han caído como el granizo por su gestión de "controlador"del sistema, MIguel Angel Fernandez Ordoñez ha pedido acercarse a la Carrera de San Jerónimo para aclarar a sus señorías todo lo que necesiten acerca de sus actuaciones al frente del banco de bancos. Veremos si nuestros padres de la patria se atreven y si actúan con la misma contundencia en sede parlamentaria que lo hacen ante los medios de comunicación.

Ese papel que se viene reclamando desde hace al menos cinco años, cuando la liquidez de los bancos y cajas se secó de cara a las familias y a las empresas, se podía haber puesto en marcha desde el ICO y desde algunas Cajas, con todos los controles y cambios que se creyeran necesarios, pero aquí, en este país nuestro pasamos del cero al infinito en un abrir y cerrar de ojos. Por ejemplo: ahora sabemos también que con los criterios contables que venían aplicándose hasta que llegó el cambio de gobierno y aterrizó Cristobal Montoro en Hacienda, tendríamos 4000 millones menos de déficit, y que otros cuatro mil se deben a los gastos en Sanidad, por lo menos eso es lo que hemos dicho en Bruselas para que entiendan dónde nos aprietan los zapatos. Y de paso justificar los recortes durísimos y las privatizaciones que van a llevar nuestro sistema sanitario a las manos de los grandes grupos internacionales, que para eso existen los "lobbys" en España, aunque no se llamen así, ni exista un registro de los mismos para que sepamos dónde y cómo juega cada uno de los despachos de asesoría que pueblan, sobre todo, la capital del Reino.

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