Tur Torrres

Getafe CF: el milagro incompleto

Martes 21 de octubre de 2014

27/04/2011.- La venta del Club de fútbol era necesaria para su supervivencia y Angel Torres y Pedro Castro tienen en su poder las claves del futuro, con venta del actual estadio, construcción de una ciudad deportiva e inversión de más de doscientos millones de euros en los próximos años.



Un día, ya hace muchos meses, Angel Torres estaba comiendo con su familia en el restaurante Aderezo. Yo había quedado a comer con el presidente del Congreso, José Bono, que venía de Toledo y al que le apetecía conocer otros sitio de buena comida que no fueran los de siempre en la capital, y en la espera me acerqué a felicitar al dueño del Getafe. Se le veía feliz y tenía motivos para ello: en tres años había llevado al Club a Primera División y en otros tres hasta a luchar en la Liga europea, un sueño que parecía inalcanzable. "Pirri", con tesón, con acierto, con habilidad para negociar contratos y muy bien relacionado con el Real Madrid - del que era y sigue siendo socio - había construido un equipo capaz incluso de luchar por títulos de postín.

Fue una conversación breve, al igual que otras que habíamos tenido por teléfono desde su llegada a la presidencia del club de futbol. Tenía muy claras las necesidades de la entidad: "hemos conseguido mucho - me dijo tras agradecer la felicitación - pero o conseguimos lo mismo que el Real Madrid y el Atlético o no podremos mantener lo logrado". ¿Qué era lo que tenían los dos grandes de la Comunidad madrileña que no tenía el Getafe?: dinero, favores desde la Administración pública. Al Real le habían comprado la vieja ciudad deportiva, con sus actuales torres y le habían entregado unos cientos de hectáreas en Valdebebas; y al Atlético, en compensación, le habían dado unos suelos adyacentes al estadio para construir viviendas. Torres calculaba las necesidades del Getafe en unos cincuenta millones de euros ( la cifra de su deuda al cerrar el ejercicio 2009 - 2010 ) y la fórmula para conseguir esa cantidad era la venta del estadio y la construcción de uno nuevo en terrenos que pertenecían al Ayuntamiento de Madrid y que necesitarían un acuerdo entre ambos municipios.

Para que el milagro de los nueve años de mandato no terminaran en un regreso a la Segunda División o a una pérdida importante en su propio patrimonio, Angel Torres no ha tenido más remedio que irse a Dubai y firmar el protocolo de venta del Club a la sociedad Royal Emirates Group, que dirige el Shiekh Butti bin Suhail Al Maktoum. La cifra final se desconoce pero estará por encima de los sesenta millones de euros. La situación este año era insostenible: el club no genera ingresos suficientes para pagar los gastos anuales, ni por entradas, ni por televisión, ni por venta de camisetas, ni por las ayudas que recibe desde el Ayuntamiento.

Al Getafe le ocurre lo mismo que al resto de los clubs de fútbol de Primera División en España. Todos gastan más de lo que ingresan. Todos están inmersos en una loca carrera de fichajes año tras año que dejan sus arcas endeudadas hasta las cejas. Los poderosos: Madrid, Barcelona, Atlético, Valencia... saben que desde los poderes públicos de sus ciudades y Comunidades no les van a dejar caer y les harán los favores necesarios para ello. El resto está siempre con el agua al cuello, pendiente de la venta de un jugador, de un traspaso que ayude a cerrar el ejercicio.

El apoyo de Castro
El paso dado por el presidente del Getafe y de la sociedad Getafe Sport, dueña del club, no llegaría a buen puerto sin el apoyo directo del alcalde Pedro Castro. Para que los dubaities cierren la compra deberán tener algo más que el nombre del club. Al igual que ya ha pasado con el Málaga y el Racing, el Getafe debe tener mayor dote que su presencia en la Primera División. Debe tener más activos, y ahí entra el Ayuntamiento en juego: ya ha negociado con el Ayuntamiento de la capital el trueque de terrenos: a cambio de la parcela en la que se quiere asentar el futuro estadio y su complejo de deportes y ocio - que no solo de fútbol viven las sociedades - recibirá un suelo en la zona de Perales. Las conversaciones están muy avanzadas y pueden materializarse tras la celebración de las elecciones municipales y autonómicas, sea cual sea el resultado de las mismas, salvo que desde el gobierno regional se pongan pegas, que a fecha de hoy parecen descartadas. Hecho el cambio y revalorizados en mucho los activos del club en su nueva ubicación, así como los alrededores de la misma y sus actuales propietarios, quedará por saber el destino del actual estadio. Si hacemos caso a las afirmaciones que salen del consistorio nunca se harán viviendas y su uso será dotaciones, bien adecuando su estructura a la de un complejo comercial, bien derribándolo y edificando de nuevo.
¿Servirá este cambio para terminar de convencer a los financieros árabes de que su inversión será rentable?. Mucho me temo que no, ya que una cosa es comprar el club, hacerse cargo de su pasivo, dar un beneficio legítimo a su actual dueño que es, además, el verdadero artífice de haber convertido al Getafe en lo que es, y otra disponerse a invertir durante unos años en el fichaje de jugadores que le coloquen en los puestos de arriba de la tabla, en contratar al entrenador adecuado, en gastarse unos cuantos millones de euros en la construcción del nuevo complejo. Digamos que el Royal Emirates Group debe estar dispuesto a invertir en los próximos años no menos de doscientos millones de euros si quiere intentar, que nadie le asegura el éxito, lo que hoy afirma que son sus planes.

El futuro de Torres
¿Qué hará Angel Torres?. Lo normal y lo deseable para todos los que están dentro de la operación y de los intereses de todo tipo que mueven en estos momentos de forma directa e indirecta, es que se quede durante una temporada. Los árabes no conocen la Liga, no conocen el club, no conocen el pueblo, no conocen casi nada y "Pirri" o don Angel ( que se merece el don por su trayectoria desde su pasado sindical a su hoy empresarial en el que con todo orgullo se declara el mayor terrateniente de Getafe ) lo conoce todo. Su situación puede ser muy similar a la Enrique Cerezo en el Atlético de Madrid, donde la gran mayoría de las acciones pertenecen a la familia Gil, pero el que ejerce como presidente es el empresario de cine y televisión. Torres podría ser un buen consejero delegado, si es que finalmente Suhail Al Maktoum quiere aparecer y hacer aparecer el nombre de Dubai en las camisetas que se paseen por España y por el mundo.

Si miramos las cifras de los últimos seis años, los que el club lleva en Primera División, será difícil o muy difícil que cambien los ingresos y sus orígenes. El campo, con sus 16.000 plazas no consigue ni estar a la mitad del aforo la mayor parte de los partidos; la venta de camisetas y otros productos de marketing necesitaría de jugadores con mucho nombre y aún así será difícil ya que el club no tendrá nunca la fuerza del Real Madrid, salvo milagros mucho mayores de los que ha conseguido hasta el momento; y las explotaciones comerciales de la futura ciudad, situada en el sur de la capital, por más población que exista en sus alrededores, son hoy números sobre un papel, negro sobre blanco que en el mejor de los supuestos tardarán años en cumplirse.

Así las cosas, las preguntas que cabe hacerse son importantes, al margen de la mejor o peor acogida que tenga entre la afición y entre los ciudadanos de Getafe la venta del club a la sociedad árabe. Las respuestas las tiene Angel Torres, pero también las tiene Pedro Castro, el alcalde que soñó con que el club de fútbol llegara a Primera y no paró hasta conseguirlo, por encima de los clubs d ellos otros pueblos del Sur como Leganés, Alcorcón o Móstoles que por entonces militaban en la misma División, la Segunda B. Mucho dinero está en juego, muchos intereses se están moviendo y se van a mover durante los próximos meses. Algunos querrán aprovechar el esfuerzo de otros para llenar sus arcas. Y por encima de todo, lo que no puede echarse a perder es la ilusión de los seguidores de un Club que ya es grande, pase lo que pase.





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