La conocida crisis económica de 1998 en Argentina había sido seguida muy de cerca por los periodistas españoles, ya sea desde el punto de vista económico o sociopolítico. Esperemos este no sea el caso en la actualidad donde Macri afronta una nueva crisis en el país.
Esta estrecha preocupación es comprensible por varias razones. Naturalmente, en la primera crisis, hubo una preocupación emocional provocada por los lazos históricos que unen a España y Argentina. Aunque esto fue lo suficientemente importante, fue superado por otros factores.
Para empezar, la crisis argentina fue el incumplimiento más grande en el pago de la deuda soberana en la historia, unos 50 mil millones de dólares estadounidenses. A principios de 2002, el gobierno argentino dijo que no podía cumplir con los reembolsos como consecuencia de la crisis económica que enfrentaba el país.
Entre 1998 y 2002, el PIB argentino cayó un 18 %, su moneda se devaluó un 70 % y las ganancias per cápita en términos de dólares disminuyeron en casi un 68 %. Además, hubo un encierro de los bancos y una alarma internacional generada por las escenas atestiguadas cuando el gobierno declaró “el corralito”, y luego “el corralón”, las dos medidas correctivas contra los retiros de depósitos. Aún así, cuando todo estaba dicho y hecho, la razón principal del interés mostrado en Argentina por la prensa española fue la presencia significativa de empresas españolas en ese país.
Es irónico que, a pesar del interés en la tragedia argentina, hay muy pocos análisis académicos o evaluaciones cuantitativas de sus efectos en España. La opinión general parece ser que el efecto sobre la economía española fue insignificante. Esto se atribuye a dos factores: el fuerte crecimiento de la economía española en el período 1998-2001 y, en segundo lugar, el hecho de que las relaciones comerciales entre España y Argentina eran relativamente pequeñas, lo que llevó a la conclusión de que el riesgo de que España atrape un frente frío argentino sería mínimo.
Sin embargo, debe destacarse que un estudio realizado en España demuestra que los canales por los que la crisis argentina podría haberse extendido a la economía española no son los habituales. España es una economía altamente globalizada y la variedad de sus socios comerciales es solo uno de los tantos factores. Los canales de contagio son tres factores relacionados con la economía "real" y otros tres factores financieros.
De los tres factores de la economía real, el primero es el comercio. Los resultados muestran que el efecto de la crisis argentina por esta ruta es limitado. En cuanto a otras rutas, menos conocidas y entendidas en este país, los efectos demostraron ser mixtos en términos de tamaño y efecto, algunos positivos y otros negativos. La segunda ruta de contagio fue el costo para las empresas españolas que operaban en Argentina. Y la tercera ruta hacia la economía real es la inmigración argentina. La crisis obligó a muchos argentinos a abandonar su país y España es uno de los destinos favoritos para los trabajadores argentinos.