Mientras algunos se entretienen en cosas tan menores como formarse una opinión sobre la marcha de la economía mundial y los factores que influyen en su desaceleración, o atienden a las declaraciones de los líderes políticos en el Foro de Davos vendiendo sus excelencias, o incluso a los bancos centrales -ha sido el caso la semana pasada del BCE- para calibrar hasta qué punto temen o no una contracción económica y que están dispuestos a hacer para afrontarla, otros, mas pillos, tras agitar el avispero, toman las de Villadiego. Nada menos que todo un Sir británico, prominente defensor del Brexit y fundador de la multinacional Dyson que lleva su nombre, -la de los aspiradores ciclónicos sin bolsa-, decide que es oportuno trasladar su compañía desde Reino Unido a Singapur. Quizá usted piense mal. No se excuse porque es de esperar. La culpa la tienen el modo malicioso del relato. Oficialmente el cambio se debe a que la compañía se orienta hacia sus clientes asiáticos. Que Singapur firmase el pasado octubre un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea y que Dyson tome esta decisión a semanas del abandono de RU de la UE, solo pueden ser hechos relacionados para lectores como usted, un desconfiado.
Según la XXII Encuesta Mundial de CEO's presentada en el Foro de Davos, el Brexitpreocupa especialmente al 69% de los CEO´s europeos. La encuesta señala además que los empresarios españoles afrontan 2019 con una visión pesimista. Solo el 21% cree que la situación mejorará. El Brexit es natural causa de su preocupación. Reino Unido es el primer destino de la inversión directa española y el quinto de nuestras exportaciones, mientras que son el principal emisor del turismo español y el segundo inversor en nuestro país. El Gobierno español dice que prepara varias líneas de ayuda para minimizar el impacto, entre ellas un “cheque Brexit” destinado a facilitar la elaboración de planes de contingencia y que habrá de coordinar el ICEX.
La larga lista de aparentes afectados no se comparece con la ausencia de colas ante el Instituto. No se sabe si por una injustificada desconfianza hacia los políticos o por lo temprano del anuncio. Se ve que Dyson debió de empezar a prepararlo antes. En julio de 2018 se publicaba un informe de la empresa española ante el Brexit. Un 19% estaba elaborando planes y un 33% pensaba hacerlo próximamente. La ayuda que anuncia el Gobierno ahora, sin duda acelerará los planes. ¿Cómo que no? ¿Otra vez sospechando?
Mucho más confiados están los operadores con la libra. Después de registrar su mejor semana en un año, las expectativas de algún tipo de componenda para resolver el Brexit de modo que se evite la salida no pactada han servido de excusa para levantar el ánimo. No obstante hay quién advierte que el mercado está infravalorando la probabilidad del no-acuerdo, que, por ejemplo, la canadiense BMO Capital Markets, estima en un 40%. Más optimista es Goldman Sachs, que concede una probabilidad de solo el 10% a esta salida, mientras que asume como más probable, (50%), una eventual ratificación del acuerdo, aunque en junio y más blando. Quizá para entonces lo del cheque Brexit cobre sentido. El mismo que parece haber recuperado Trump, que a última hora del viernes suspendía el cierre gubernamental por tres semanas. El caos empezaba a afectar a la seguridad aérea. Dará también oportunidad para el Discurso del Estado de la Unión. ¿Cómo que propaganda? ¡No tiene usted remedio! Los mercados tampoco, porque se alegraron mucho.