Hasta el dos de diciembre Vox no existía para las empresas que auscultan políticamente los gustos de los españoles. Se le concedían uno dos escaños - hasta siete llegó a adjudicarles Gad 3 - por Almería en el mejor de los casos. Nada que perturbara la lucha a cuatro establecida entre el PP y Ciudadanos por un lado, y el PSOE y Podemos por otro.
Cambió Andalucía por sorpresa y ya han cambiado todas las encuestas. Ahora el partido de Santiago Abascal es capaz de ganarle al socialismo en la capital del Reino y, con ello, darle el Ayuntamiento a una Begoña Villacís que reclamaría la vara de mando basada en su triunfo electoral como primera fuerza. Tal vez para “corregir” ese pronóstico Pablo Casado ha colocado de número dos de la candidatura de Martínez Almeida al clon de Inés Arrimadas que tienen en el PP y que responde al nombre de Andrea Levy. No tiene la soltura, ni la fuerza, ni el atractivo de la dirigente de Ciudadanos pero será la que ayude a Isabel Díaz Ayuso, la candidata a la Comunidad, a dar la nueva imagen de radicalidad política desde el feminismo.
En apenas dos días se han publicado tres encuestas: dos de diarios nacionales y una tercera de la televisión regional. Todas en la misma dirección o casi: el PSOE gana por los pelos, le sigue el PP muy de cerca empatado con Ciudadanos, se hunde Podemos y avanza de forma imparable Vox. El sesgo autonómico de Telemadrid incluso coloca a Vox por encima de los socialistas.
La sombra de Andalucía es muy alargada: si se suma el voto de las derechas y su representación, la izquierda perderá casi todos loos gobiernos regionales y municipales que consiguió en 2015. Los sondeos se mueven como las olas y caen sobre los ciudadanos de la misma forma que los hacen los restos de meteoritos en nuestra atmósfera: parecen una lluvia de estrellas y se deshacen como la luz de una cerilla.
De aquí al 26 de mayo vamos a soportar mucha lluvia demoscópica. Los medios de comunicación están para servir de vehículo a cada una de las empresas contratadas para “no acertar” pero si jugar su habitual papel de adivinos de los deseos de los españoles. El CIS nos ofrecerá por lo menos cuatro, una encuesta por cada mes, y habrá que añadir las de las televisiones, emisoras de radio, periódicos, institutos de opinión, fundaciones... Un buen paraguas y un chubasquero nos tendrá que proteger del desgaste mental al que vamos a estar sometidos.