Uno de los dos se quedará en el camino. Miércoles, 27 de febrero de 2019: el Madrid o el Barça quedará eliminado de la Copa del Rey, primer título por el que compiten a cara de perro. La gloria o el infierno para dos presidentes, dos entrenadores y dos plantillas en las que suman tanto las aversiones colectivas como los ataques directos entre jugadores. Primeros noventa minutos.
Sábado, 2 de marzo de 2019: el Madrid y el Barça se juegan un final de Liga anticipado. Si gana el Madrid volverá a estar a seis puntos del rival. Si gana el Barça dejará a los blancos a doce puntos, una distancia insalvable. Segundos noventa minutos.
Los dos partidos en el Bernabeu, una ventaja que desaparece si se miran las derrotas de los blancos en casa y las estadísticas: Messi lleva 25 goles, a gran diferencia del segundo en el trofeo Pichichi, que es Suárez, con 16. En la delantera contraria Benzema es el líder con 11 y el enfadado Bale no llega ni a ocho. No hay color.
Valverde contra Solari. El entrenador que ya ha firmado su renovación y el entrenador cuya suerte depende de los resultados. El azulgrana puede permitirse el lujo de perder, para el blanco sería su primer paso fuera del cargo. Piqué y Ramos se miraran en la lejanía de las defensas y chocarán a balón parado cerca de las áreas. Llevan años compitiendo y hasta viajan juntos con la selección pero no son amigos, ni parece que tengan ganas de serlo.
A Florentino se le conoce por su nombre. A Bartomeu por su apellido. Un dato y no pequeño. Al presidente del Madrid le conocen en todo el mundo. Al del Barça le reconocen en Cataluña. El primero es muy rico y su hambre de victorias no tiene límites, el segundo no lo es y su apetito es muy comedido. A Florentino es casi imposible moverle el sillón. A Bartomeu se lo pueden hacer en cualquier momento. Uno representa a España sin decirlo. Otro a Cataluña diciéndolo.
Son algo más que dos partidos. Victoria y derrota se cruzan con la política, las elecciones, la economía, los juicios en el Supremo y hasta con las relaciones entre aquellas que se convirtieron en señoras de, que presumen de guapura y modelos en cuanta ocasión se les requiere.
La reciente historia favorece al club catalán, ganador la temporada pasada de Liga y Copa. El madrileño ha salvado dos “Legislaturas futbolísticas” con el trofeo que se da al mejor de Europa, que es justo el sueño de sus rivales. Al Madrid, tres días más tarde le espera el Ajax, también en el Bernabeu, para pasar a cuartos. Esa es su mejor baza.
El sueño de Florentino, Solari y compañía es ganar los tres partidos, la gloria. La pesadilla de los mismos es perder los tres y llegar de forma directa al infierno.