Si los datos que el CIS muestra en la última encuesta son reales, Pedro Sánchez estaría ya preparando las nuevas elecciones generales para cuanto antes, sin perder el tiempo en nuevos intentos de investidura. Según el sondeo realizado a principios de julio y que se publican ahora, el PSOE obtendría en unos hipotéticos comicios el 41,3% de los votos frente al 28,7% que logró el 28 de abril cuando se quedó en los 123 diputados. Por contra la debacle de sus opositores es general, el PP sacaría solo el 13,7% frente al 16,7% de las últimas elecciones, Podemos el 13,1% (14,3% el 28 de abril), Ciudadanos, el más perjudicado, caería hasta el 12,3%, tres punto y medio por debajo de su último resultado electoral real (15,9%).
Los datos de la encuesta, sin embargo, son menos creíbles si se tiene en cuenta de que el trabajo de campo se realizó a principios de julio, quince días antes de la convocatoria de la investidura frustrada en el Congreso de Pedro Sánchez y cuando la crisis en el seno de Ciudadanos acababa de comenzar y en Podemos se confiaba todavía en un acuerdo conel PSOE.
El sondeo no recoge pues el efecto que pueda haber producido entre los votantes el fracaso de las negociaciones entre Sánchez e Iglesias que tuvieron como principal consecuencia la no investidura del dirigente socialista.
Comparando esta última encuesta con la realizada en el mes de junio, los socialistas avanzan casi dos puntos porcentuales, desde el 39,5%, el PP se mantiene inalterable en el 13,7%, Unidas Podemos sube cuatro décimas y Ciudadanos, que era segundo, cae tres puntos y medio hasta situarse en el cuarto puesto.
Vox, que ya había caido a la mitad de los votos conseguidos el 28 de abril (10,3%) en la encuesta de junio, ahora ha vuelto a seguir bajando hasta el 4,6% lo que pondría en peligro su presencia en el nuevo Congreso que saldría de las nuevas elecciones generales.