Toda la estrategia de romper con el pasado de Mariano Rajoy para dirigirse hacia la extrema derecha se vino abajo a la primera de cambio. Es significativo que los dos primeros pasos que dió Casado nada más aceptar su terrible derrota fue ir a visitar a Feijóo y dejar de lado a Egea y a Javier Maroto para colocar al frente del cambio de campaña a Cuca Gamarra, la joven alcaldesa de Logroño, vicesecretaria de Política Social del partido, una política más centrada, criada en las ubres del marianismo, pero que también combina bien con la juventud que el actual presidente del PP quiere para renovar las estructuras de la organización.
Pablo Casado es un político surgido en los debates televisivos modernos, en las tertulias que igual podía servir a Aznar como a Rajoy, pero cometió la equivocación de creerse los del “maricomplejines” con que algunos gurús de la extrema derecha o de la derecha ultraliberal insultaban al ex presidente del PP. Feijóo se lo ha recordado ahora: teníamos que haber utilizado mejor la gestión económica de los gobiernos del PP para sacar a España de la crisis económica, ha venido a decirle; y le ha reprobado también haber asustado a los votantes centrista del PP al hacer creer a la opinión pública que iba a gobernar con Vox.
En general, lo que Feijóo le ha dicho a Casado es parecido al enfrentamiento de Mariano Rajoy con Esperanza Aguirre en el Congreso del 2008 cuando la lideresa madrileña le acusaba de ser “la derechita cobarde” -por utilizar el mote que ahora se ha inventado el dirigente de Vox, Santiago Abascal- y no atreverse a bajar los impuestos y otras medidas ultraliberales. Entonces Rajoy le contestó animándola a irse del PP y formar el Partido Liberal.
La derrota de la derecha derechista del PP abre la puerta a Feijóo como el único sucesor de las políticas “marianistas” que se dirigen a un electorado de centro que unas veces confía en las medidas conservadoras del PP, como cuando le dieron a Rajoy la victoria por abrumadora mayoría en 2011, y otras apuestan por las más sociales del PSOE. Los enfados de los ciudadanos contra los dos grandes partidos propiciaron en 2015 la aparición de Ciudadanos y de Podemos. Entonces pareció que al PSOE le pudiera ocurrir como al Pasok griego que fuera superados por los jóvenes de Iglesias, pero el peligro pasó. Ahora es el PP el que puede ser derrotado por la nueva derecha de Albert Rivera. Habrá que esperar para verlo
Por ahora, Feijóo ha decidido apoyar a Pablo Casado afirmando que no advierte "ningún movimiento interno en el PP" y que”en este momento sería un grave error empezar a diseccionar las vísceras de lo que ha ocurrido cuando lo que hay que hacer es remontar el resultado", ha remarcado. Incluso ha remarcado en la entrevista que se descarta como candidato a dirigir el PP. Eso sí, para ello Casado tiene que seguir sus consejos.
Para Núñez Feijóo los errores de estrategia del PP han consistido en primer lugar "regalar espacio" a Ciudadanos al reconocerlos como una fuerza de centro izquierda, ya que el PP es un partido muy amplio en el que también tendrían cabida esos votantes, al igual que los reformistas, los liberales y los conservadores.
El segundo error, según Feijóo, ha sido no hacer hincapié y convencer a los votantes de sus fortalezas, como la gestión económica, como se demostró durante los mandatos de José María Aznar y Mariano Rajoy.
Y en tercer lugar, “No hemos sabido parar a Vox, decirle a la gente que nosotros no somos Vox y que ellos no tienen nada que ver con el PP. Y hemos cometido algún giro, parecía que Vox iba a entrar en nuestro Gobierno y eso a mucha gente centrada le ha preocupado", ha remarcado el presidente gallego.
Cuestionado sobre la "foto de Colón" y preguntado si fue un error, Núñez Feijóo ha tardado unos segundos en contestar y finalmente ha sentenciado "Los gallegos tenemos una respuesta categórica... Depende".
En cualquier caso, Núñez Feijóo ha aplazado a junio hacer todos los exámenes que hagan falta sobre el resultado electoral de las generales, ya que el partido está ahora centrado en "la remontada" y en obtener un "buen resultado" en las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. Para el presidente gallego, la clave de los comicios de este mes es conseguir unir "el voto de los diez millones de españoles" que no quieren un gobierno de Pedro Sánchez y los "populistas".