El “caso Villarejo” sigue descubriendo las cloacas del Estado y la existencia de unos policías al servicio de los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP que se dedican a cumplir con las órdenes de sus superiores en la guerra sucia contra sus contrincantes políticos.
Nadie ha estado a salvo de estas conspiraciones -ni de las de los espias del CNI- pero el caso de Podemos y de Pablo iglesias, así como la persecución del ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías, dirigente de la antigua Convergencia, supera todos los baremos de manipulación policial para conseguir el objetivo que les encargaron, en este caso los ministros de Interior de Rajoy, Jorge Fernández Díaz y Juan Antonio Zoilo, para intentar acabar con sus enemigos.
Por mucho menos tuvo que dimitir el presidente norteamericano Richard Nixon en el caso Watergate en 1974. La actuación de esta policía política y más concretamente del comisario José Manuel Villarejo se remonta a la época de los gobiernos de Felipe González y Aznar y siguió incrementándose en los tiempos de Zapatero -señalando al ministro Alfredo Pérez Rubalcaba- y de Mariano Rajoy, cuando todos estos agentes fueron beneficándose de los mejores destinos y de medallas a cambio de estos servicios en las cloacas. Las últimas grabaciones difundidas por la web moncloa.com -que difundió otros audios de Villarejo contra la ex secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y contra la ministra de Justicia de Sánchez, Lola Delgado- ponen de manifiesto las actividades del inspector jefe José Ángel Fuentes Gago, a las órdenes del entonces jefe de la policía, Eugenio del Pino, para viajar a Suiza para investigar una supuesta cuenta del exdirigente de CiU Xavier Trias.
Este trabajito lo reconoció en la comisión de investigación del Congreso explicando que "Yo soy un inspector jefe. Aquí soy un soldado. No puedo desplazarme de mi plantilla ni de mi puesto de trabajo sin una orden superior. Todos esos viajes tienen una correspondiente orden de servicio, generan unos billetes del tipo que sea —avión, tren, barco o lo que sea— para desplazarme y generan el derecho al percibo de una dieta", aseguró a los diputados.
En cambio, el mismo Fuentes Gago, el mismo 5 de julio de 2017, ante los diputados negó haber participado en la elaboración del llamado Informe PISA (acrónimo de Pablo Iglesias S.A.), cuando ahora se ha descubierto por las grabaciones que Fuentes Gago y otro policía quienes acudieron a la Audiencia Nacional con ese documento, que finalmente fue rechazado por la Justicia por no tener fundamento alguno.
Gago mintió a los diputados al afirmar que "lo desconozco completamente. Desde luego, yo no participé en ninguno", de los informes, cosa que ahora se ha demostrado que es mentira porque estuvo en pleno origen del mismo con su viaje a Nueva York, el 12 de abril de 2016, con permiso extraordinario del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, para ofrecer protección a un exministro chavista Rafael Isea, a cambio que ratificase la entrega de siete millones de euros a la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), a la que habían pertenecido miembros de Podemos.
El agente ofreció a Isea protección, por "mandato" del entonces ministro Jorge Fernández Díaz (PP) si facilitaba datos contra Iglesias. "Yo he hablado con el ministro del Interior español [Jorge Fernández Díaz] y el ministro del Interior español habló con el presidente español [Mariano Rajoy]", aseguró al ex ministro venezolano para convencerle. Todos los datos que ofreció Isea fueron usados tanto por Rajoy como por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría contra Podemos en diversas comparecencias parlamentarias. Durante la comisión de investigación en el Congreso, los diputados morados pidieron en varias ocasiones la comparecencia de Villarejo, pero los socialistas lo han vetado siempre y ahora, al conocerse las nuevas investigaciones, el ministro de Interior de Sánchez, el juez Grande Marlaska no ha querido hablar del tema afirmando que “las cloacas son cosa del pasado, ya no existen”.
Pablo Iglesias ha criticado las excusas del actual gobierno socialista sobre este asunto y ha puesto en duda sus actuaciones contra la mafia policial poniendo como ejemplo el hecho de que el comisario José Manuel García Catalán, que acompañaba a Fuentes Gago en ese viaje a EE.UU., “recibió una medalla por parte de Rubalcaba en el año 2009” y ha preguntado si en la actualidad “sigue trabajando en la policía”, y por tanto, “cobrando un sueldo de todos los españoles”. “Fuentes Gago, en este momento, forma parte de la secretaría general de la Policía y opta a comisario.
Cuando el sr. Marlaska dice que han limpiado la policía, ¿se refiere a esto?. “¿Cómo puede ser que este tipo siga cobrando de la policía humillando la dignidad de miles de policías y guardias civiles en España que trabajan en condiciones de precariedad cumpliendo la ley?”, ha recriminado Iglesias al gobierno de Sánchez en declaraciones a RNE. Está también el hecho no aclarado de que fuera el hoy número dos de la Secretaría de estado de Comunicación en el Gobierno de Pedro Sánchez, Alberto Pozas, que entonces dirigía la revista Interviú, el que entregara a Villarejo, una copia de la información extraída de la tarjeta de un teléfono móvil sustraído a la jefa de gabinete de Pablo Iglesias en su etapa como eurodiputado y de donde salió la famosa frase del dirigente de Podemos contra la periodista Mariló Montero, de que “la azotaría hasta que sangrase”.