En los nuevos Evangelios que se están escribiendo para la nueva Normalidad, el evangelista Tezanos reinterpreta los antiguos sondeos y nos da una versión más adecuada a los tiempos que vienen. Se mantiene fiel a los principios básicos de su doctrina: siempre sale bien el gobierno y mejor aún su presidente; a la oposición del primer partido hay darle unos azotes pero sin crueldad; a los compañeros de viaje se les permite más de un traspiés; a los adversarioos más duros se les vigila hasta cuando duermen; y al resto de personajes que aparecen en los textos, incluso a los más alejados de las enseñanzas socialdemócratas que inspiran a nuestro peculiar evangelista sociólogo, apenas se les dejan unas breves líneas como apócrifos que son. Restos aparecidos en las orillas de este Mar Muerto en el que desean convertir a España desde la periferia.
Sin elecciones generales a la vista todas las encuestas, las públicas y las privadas, tienen el mismo vicio de origen: los encuestados pueden decir lo que les parezca, pueden mentir o decir la verdad sin que piensen en consecuencias inmediatas, y las subidas y bajadas de valoración ciudadana hacia los partidos políticos y sus líderes son tan inestables como los datos de la Pandemia y los muertos que ha causado.
Dentro de un mes tendremos dos “encuestas” totalmente fiables, ya que serán los propios ciudadanos de Galicia y Euskadi los que las realiecen de forma directa en las urnas. A partir de ese momento se podrá atisbar lo que sucedería en una convocatoria nacional, con inclusión de los pactos parlamentarios que acompañarían a la distribución de escaños en los distintos Parlamentos.
Sirve el sondeo del CIS para que los partidos políticos y sobre todo sus dirigentes se reafirmen en sus posturas. Para premiar o castigar comportamientos de la oposición. Para lanzar mensajes subliminales a los socios de gobierno y hasta para sondeor los posibles apoyos a la tramitación futura de los Presupuestos Generales del Estado.
La mejor de las encuestas llegará en septiembre, cuando Pedro Sánchez tenga que mandar de forma obligado su primer borrador creible de Presupuestos a Bruselas y reciba el beneplácito o el rechazo a los mismos; cuando hayan llegado o no los primeros miles de euros para la reconstrucción de este país, comenzando por el dinero destinado a los ERTE, y que van a tener que adelantar los Ayuntamientos; y cuando sepamos, dentro de los PGE, los recortes que van a sufrir las menguantes economías de la amplia y castigada clase media.