Por Marta Gómez Galán
Pedro Sánchez y en general casi todos los líderes europeos esperan que la derrota de Trump el 3 de noviembre mejore las relaciones políticas y económicas con Estados Unidos
Los líderes europeos, pero principalmente los socialdemócratas como Pedro Sánchez, esperan que la anunciada derrota de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre y la victoria del demócrata Joe Biden mejore las relaciones con Estados Unidos y sobre todo, vuelva a abrir las puertas a las exportaciones españolas y europeas cerradas por el actual inqullino de la Casa Blanca.
Aunque todo puede ocurrir, las encuestas dan cada vez una más clara victoria a Biden, hasta el punto de que un forofo de Trump, como es el primer ministro británico Boris Johnson ya ha dado instrucciones a su cuerpo diplomático en Washington y a sus ministros para que tiendan lazos con el líder del Partido Demócrata preparando ya el cambio.
Dos son las grandes dudas que se resolverán el 3 de noviembre: primero si finalmente se confirman las encuestas y Trump pierde cosa que no está nada clara; segundos, porque el actual presidente norteamericano se niega a confirmar si va a respetar o no el resultado electoral. Esta última cuestión parece baladí pero la realidad es que todo el mundo en Estados Unidos se lo han tomado muy en serio y no hay día en que no se le pregunte a Trump por ello.
España ha sido una de las naciones europeas más castigadas por Trump no solo a nivel económico, con el aumento de los aranceles a las aceitunas y actualmente al aceite, sino también a nivel político.
Han sido contadas las ocasiones que el líder norteamericano ha hablado con Pedro Sánchez y siempre de una manera bastante cortante, desde luego no ha sido invitado a la Casa Blanca, como tampoco ha conseguido verse a solas con Trump en ninguna de las reuniones que ha habido del G-20 o del G-7 a las que ha asistido.
Ni siquiera cuando el presidente español se convirtió en el adalid de Juan Guaidó en Venezuela frente a Maduro, consiguió que Trump le considerara un aliado y menos cuando luego dejó tirado al opositor venezolano en su visita a Madrid este mismo año.
La decisión de Pedro Sánchez de imponer las tasa Tobin a las transacciones financieras, y la llamada Tasa Google a determinados servicios digitales en internet, ha sido recibido con especial enfado por la administración Trump que ha amenazado con nuevos castigos arancelarios a los productos españoles.
El enfado de Trump con los miembros europeos de la OTAN para que cargaran con una parte mayor de sus gastos y que aumentaran sus presupuestos de defensa, provocó un socavón en las relaciones con Estados Unidos que todos el mundo espera que se resuelva con la llegada de Biden.
Es verdad que tampoco Pedro Sánchez ha frecuentado los líderes demócratas norteamericanos y que su único encuentro con el ex presidente Barack Obama fue en la cumbre del Turismo de Sevilla en 2018 y que su única visita a Estados Unidos, estando en la Moncloa, han sido para acudir a la cumbre de las Naciones Unidas donde se hizo una foto oficial con Trump y las respectivas esposas.