SOCIEDAD

Zizou, el bereber que hace feliz a Florentino

Florentino Pérez abraza a Zidane.
Tur Torres | Martes 29 de diciembre de 2020
Su equipo está empatado con los vecinos rojiblancos en la cabeza de la Liga, pero Zinedine Zidane sabe que es una imagen falsa. Al Atlético le faltan por jugar dos partidos, si los gana, la diferencia se irá a seis puntos. Está tranquilo, tiene la confianza del presidente para que gane títulos y le haga más feliz.

Queda mucho Campeonato por delante. Parece que los malos tiempos han pasado en los tres frentes de combate futbolístico y el entrenador blanco puede que, en medio de las fiestas navideñas, recuerde el pasado familiar, muy alejado de la abundancia y comodidad en la que hoy vive su familia.

Ni Smail, ni Malika, su mujer soñaron cuando dejaron la Cabila argelina en 1953 que uno de sus hijos iba a conquistar el universo del futbol, convertirse en millonario y entrenar al club más laureado del mundo. Eran dos bereberes deseosos de buscarse una mejor vida justo cuando sus paisanos se disponian a enfrentarse a sus colonos y lograr la independencia.

Zinedine nació en Marbella pero es un bereber desde la cabeza a los pies, de mentón cuadrado, maneras suaves, sonrisa abierta pero dispuesto a soltar un cabezazo si le tocan aquello que más quiere, que es su familia.

Admiraba a un uruguayo al que apodaban " el Principe" y que se llama a Enzo Francescoli, un mediunta elegante y tan eficaz ante el gol como resultarīa Zizou unos años más tarde. En Montecarlo y a travës de una servilleta se gestó su fichaje por el Real Maddid, que Florentino Pérez aprovecha cualquier resquicio para conseguir sus objetivos.

Convertido en entrenador y amparado en las sombras de las divisiones inferiores del Madrid, el bereber indómito asumió el reto de convertirse en el noveno entrenador de la segunda etapa de Florentino como presidente. Le sonrió la fortuna por tres veces en el anual asalto a la Champion a que está obligado el Real Madrid y eso compensó sus fracasos en la Liga. Ultimo año y de nuevo la diosa Fortuna por medio.

El abismo de perder todo en el año de la pandemia y de las obras en el Bernabéu aparecía en el horizonte cuando, sin saber nadie muy bien las razones, el rumbo blanco cambió: primeros de grupo en Europa, victoria tras victoria dentro y fuera del campo y , sobre todo, victorias frente a los dos rivales que siempre están ahí, el Barcelona de las horas bajas de Koeman y el Atlético insumergible de Simeone. Cambios en el esquema de juego, premios y castigos para los jugadores entre sonrisas y habilidad para sortear las preguntas de los periodistas sobre su futuro.

Veronique, una bailarina profesional de origen español se convierió en su mujer con sölo 21 años y es la mitad de culpable de que se hayan quedado a vivir en Madrid. Otros ex jugadores del club blanco como Garcia Remón, Camacho o el propio Benitez no tuvieron la suerte a su lado y salieron por la puerta falsa. Zidane es consciente de lo que se juega y de que la "baraka" en esto del balón es tan importante como el compromiso de los jugadores.

El se marchó del banquillo para que le llamarán. Florentino lo hizo. Lo que ocurra de aquí al final de la temporada, mientras el mejor estadio del mundo se levanta metro a metros y millón a millón, significará la gran consagración de “Zizou” como entrenador o una nueva salida hacia el descanso.


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