Por Isaac Bustos
Todo sigue igual en el conflicto palestino, da igual que en Estados Unidos gobierne Trump que Biden, los republicanos o los demócratas, su apoyo a Israel, haga lo que haga, es firme y seguro, más o menos como si el país sionista judío fuera un estado más añadido a la bandera de las barras y estrellas.
Los enfrentamientos se originaron en Jerusalén Este ante la propuesta de desalojo de familias palestinas en favor de colonos judíos en el barrio de Sheij Yarrah, lo que inmediatamente ha reactivado el conflicto en la Franja de Gaza y las ciudades con población étnicamente mixta de todo el territorio.
Los medios de comunicación locales informan de la propagación de ataques callejeros de judíos a transeúntes árabes. Esta escalada de tensión se refleja en su máxima expresión en la ciudad de Lod, cercana a Tel Aviv. Su alcalde habla de guerra civil en esta ciudad mixta, donde por cada árabe viven cuatro judíos. Allí se ha declarado el estado de emergencia y el toque de queda ante los numerosos disturbios, mientras algunos miembros de la minoría árabe siguen organizando protestas pro-palestinas.
La Casa Blanca ha informado Joe Biden ha transmitido a Benjamín Netanyahu, en una conversación telefónica, su respaldo "al derecho de Israel a defenderse a sí mismo y a su pueblo, al tiempo que protege a los civiles, cuando ha recibido miles de cohetes en su territorio".
Pero no ha quedado ahí el apoyo sin fisuras a Israel, ya que en la ONU, EE.UU. ha frenado una declaración del Consejo de Seguridad en respuesta a los choques entre israelíes y palestinos, que fueron discutidos de urgencia y a puerta cerrada por los 15 miembros de este órgano. Túnez, Noruega y China habían pedido una nueva reunión de urgencia del Consejo, a pesar de las reticencias de Estados Unidos a que este órgano –que ha condenado en repetidas ocasiones a Israel, muestre su opinión sobre el conflicto.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha hablado con el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas para expresarle “mis condolencias por la pérdida de vidas. Subrayé la necesidad de poner fin a los ataques con cohetes y rebajar las tensiones", según el tuit que escribió el propio mandatario estadounidense.
Israel ha culpado a la organización política Hamas de haber lanzado 1.500 misiles sobre Jerusalén que habrían casado 7 víctimas entre la población mjudía, mientras que el Ejército ha realizado no menos de 500 bombardeos sobre la población árabe donde han muerto no menos de 70 personas.
El nuevo presidente norteamericano Biden tampoco ha revertido la decisión de Trump de trasladar la embajada norteamericana e Tel Aviv a Jerusalén, violando de nuevo la idea de que la ciudad sea un lugar de encuentro de las tres religiones (judía, árabe y cristiana), lo que también provocó protestas de los palestinos.