NACIONAL

La peligrosa España que retrata el gurú Michavila

Pablo Casado y Santiago Abascal.
Raúl Heras | Martes 25 de mayo de 2021

En Moncloa, en la sede socialista y en Unidas Podemos y el resto de la izquierda con presencia en todo el estado saben que están en horas bajas y que romper el Gobierno y obligar a Pedro Sánchez a convocar elecciones anticipadas sería un error mayúsculo, con casi segura pérdida del poder a favor del Partido Popular y de Pablo Casado. Los sondeos les dan la razón. En la derecha, con un PP condenado a pactar con Vox, la alegría va por barrios.



Desde su observatorio sociológico de Gad 3 Narciso Michavila suele acertar bastante en sus pronósticos electorales. Es el que más se acercó al resultado final en los comicios madrileños que dieron la cómoda victoria a Díaz Ayuso. Este domingo hacía un retrato político de la España que viene. Si acierta nuestro moderno gurú, la derecha se alegrará y mucho; la izquierda seguirá en su caída y los partidos independentistas se harán un poco más fuertes. Un peligro real ya que un cambio pequeño en lo global despertará muchas dudas y deseos en lo particular.

Si consideramos que en el actual Congreso los defensores de la unidad de España, con matices entre las derechas y las izquierdas de ámbito estatal, pero coincidentes a la hora de mantener el Estado tal y como lo conocemos en cuanto a conexión territorial, suman 315 votos, los 120 del PSOE, los 89 del PP, los 52 de Vox, los 35 de Unidas Podemos, los 10 de Ciudadanos, los 3 de Más País, los dos de Navarra + el uno del Partido Regionalista cántabro, el uno de Teruel existe y los dos canarios; en ese hipotético futuro perderían siete. Puede parecer una diferencia pequeña, salvo que se “meta” en la ecuación política el distinto concepto que tiene ese macrogrupo a la hora de defender sus posiciones a la hora de hablar de Monarquía y República, por ejemplo.

Enfrente están los 13 de ERC, los 8 de JxC, los 6 del PNV, los 5 de Bildu, los 2 de la CUP y el uno del BNG. En total 35 escaños De cumplirse la profecía que resulta del estudio de Gad3, esos mismos llegarían a 38, también un avance “pequeño” pero significativo por las mismas razones a la hora de buscar apoyos a la hora de gobernar y de abordar temas esenciales para la sociedad española.

Con un cambio en La Moncloa que tensaría las relaciones políticas y sociales en una doble vertiente, por un lado las tradicionales del choque entre izquierda y derecha en este país desde que se inició la transición; y por el otro el de las tensiones creadas por unos nacionalismos que no sólo ganan protagonismo en el Congreso, también lo hacen en sus respectivos territorios. Sin contar con las posiciones europeas y lo que significaría un choque interno más duro en España cuando el resto de países, la Comisión y el Banco Central exijan un ajuste duro en nuestra economía.

Dándole esa “alegría adelantada “ al PP de Pablo Casado, que es la formación que ganaría hasta 49 escaños, puede que Michavila haya justificado la nueva relación de cordialidad que han proclamado Pedro Sánchez y su vicepresidenta y nueva líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz. Nada de rupturas en el Gobierno. Diferencias sí, incluso públicas, pero las elecciones adelantadas serían un suicidio tanto para unos como para los otros.

Aplicarán el “Manual de Resistencia” que escribió el presidente y si la economía aguanta, la pandemia desaparece y Europa no aprieta demasiado el cinturón de los ajustes sociales, a esperar hasta el invierno de 2023, con o sin cambios en el Ejecutivo.

En el lado de la derecha, tampoco el sondeo de Gad3, si lo interpretan de forma adecuada y no se dejan llevar por los números, es una buena noticia: Pablo Casado podría convertirse en presidente pero teniendo que pactar sí o sí con Santiago Abascal, en una especie de “remake” de lo que hicieron Sánchez y Pablo Iglesias. “Me causas insomnio, no estás bien visto en Europa, pero no tengo más remedio que ofrecerte mucho más de lo que he hecho hasta ahora”, le diría el presidente del PP al líder de Vox, con una diferencia respecto al pacto logrado por las dos izquierdas mayoritarias: los nacionalistas no podrían apoyar a un Ejecutivo con Abascal y otros dirigentes de Vox dentro.